Checo Pérez tiene contrato para pilotar en Red Bull durante la temporada 2025 de Fórmula 1, pero las informaciones de la mayoría de entidades del paddock apuntan a que la escudería tiene otros planes. Para evitar que el mexicano siga siendo el compañero de Max Verstappen, la escudería podría tener que pagar una cláusula de rescisión de hasta 75 millones de euros, según afirma el exingeniero de Bridgestone Kees van de Grint.
"Creo que se trata de entre 50 y 75 millones", afirmó Van de Grint para Viaplay, una cifra que respalda los números señalados por otras personalidades, como Allard Kalff, expiloto neerlandés y comentarista de Fórmula 1: "Creo que incluso más, pero 75 me parece un buen número. Hay que comprarlo por dos años", explicó el extrabajador de Bridgestone, otrora proveedor de neumáticos para la máxima categoría del automovilismo.
"Hay dos posibilidades: conducir el año que viene o recibir una enorme cantidad de dinero, eso está por verse. Por eso Helmut Marko dijo recientemente que los accionistas vendrán a hablar de ello. Esto no es algo que puedan decidir por sí mismos", explicó Kalff en el mismo medio.
El dictamen sobre el futuro del piloto mexicano estaría siendo analizado por el equipo legal de ambas partes, aunque prácticamente todas las informaciones coinciden en que Pérez tendría una cláusula de rescisión con un especial enfoque en los "daños y perjuicios" que la salida de Red Bull podría ocasionarle al piloto.
Aun así, la cifra no es pública, y otras voces estiman una cantidad más baja. Nico Rosberg estimó el montante en unos "16 millones". Aun así, la escudería de la bebida energética podría enfrentarse a un duro golpe económico si rescinde el contrato de Checo. "Tienes que comprar dos años de contrato y no recibes dinero de Carlos Slim durante dos años. Es una cantidad enorme. Los accionistas tailandeses y austriacos tienen que tomar una decisión al respecto", sentenció Van de Grint.