El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quiere dejar claro que el Ejecutivo es "limpio" y confiable y nada tiene que ver con la corrupción del caso Koldo. De hecho, Sánchez ha ensalzado la "absoluta contundencia" en sus actuaciones en cuanto ha habido "cualquier atisbo de un caso de corrupción que se haya podido producir desgraciadamente" en el Ejecutivo. De esta forma, ha señalado a su exministro de Transportes José Luis Ábalos, ahora al borde de la imputación tras un demoledor informe de la UCO: "En este caso lo hemos hecho desde el primer momento pidiendo el acta a Ábalos y también lo hicimos abriéndole un expediente de expulsión", ha manifestado Sánchez en una rueda de prensa posterior a su visita al Vaticano, donde se ha reunido con el papa Francisco.
Ha asegurado que el compromiso que su Gobierno tiene con la "regeneración democrática" viene desde la moción de censura de 2018 que desbancó a Mariano Rajoy del Gobierno: "Dejando a un lado aspectos personales, desde el punto de vista político quiero trasladar la absoluta confianza en las instituciones y en el Gobierno", ha fijado Sánchez, que ha ensalzado insistentemente la "contundencia" con la que actuó el PSOE con Ábalos en cuanto se conocieron las primeras informaciones del caso Koldo.
Se ha comprometido a que su Ejecutivo colaborará con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y dará una "respuesta inmediata" en cuanto sea necesario, tal y como hicieron con Ábalos. "Lo más importante es la actuación, responder de manera determinada, colaborar con la Justicia y ser transparentes", ha enumerado el presidente de un Gobierno que ha defendido como "limpio" y que nada tiene que ver con "esas prácticas, faltas de ejemplaridad y rayanas en la corrupción".
"No va a haber impunidad", ha indicado. "A diferencia de épocas pasadas, en mi Gobierno, si hay corrupción, no va a haber impunidad y tiene que haber la determinación de que quien la haga, la pague", ha ensalzado. Desde Moncloa también aseguran que el presidente ha decretado "tolerancia cero" con la corrupción y que no están preocupados por que pueda salir algo que comprometa a Sánchez, aunque lo cierto es que en el último informe sí aparecen episodios que señalan tanto al jefe del Ejecutivo como a otros miembros del Gobierno.
Uno de ellos es el ya conocido como 'Delcygate'. La UCO expone que Sánchez dio el visto bueno a Ábalos cuatro días antes de que este se reuniese con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Madrid pese a estar vetada por la Unión Europea. Al respecto, Sánchez ha asegurado que estas visitas son "cotidianas" y ha reconocido los mensajes que le atribuye la UCO en los que da un escueto visto bueno a una "visita privada de Delcy a España".
Sin embargo, ha precisado que en cuanto el Gobierno se "percató" de que había sanciones individuales a la vicepresidenta, se canceló la visita, por lo que descarta cualquier "participación del Gobierno" en la misma. Ábalos sí se vio con Delcy Rodríguez en el interior del avión, pero desde Moncloa apuntan a una decisión prácticamente personal y no autorizada por el Ejecutivo, si bien Sánchez dijo en el Senado que Ábalos había tenido "muy buen juicio" a la hora de verse con Delcy Rodríguez a fin de evitar una crisis diplomática.
"Cualquier cuestión que tenga que ver con prácticas delictivas tendrá que ser la Justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estados quien lo dirima y quien tendrá que responder serán las personas involucradas", ha aseverado Sánchez, señalando de nuevo al que fue su exministro. El presidente, en todo caso, le ha quitado hierro a que el avión de Delcy Rodríguez aterrizase en el aeropuerto de Madrid pese a estar vetada en la UE. "Quiero recordar que el año pasado en una cumbre de la Unión Europea con Celac y participó presencialmente en la cumbre de Bruselas", en alusión a la invitación a Bruselas por parte de las instituciones europeas como representación de su país.
Bolaños no explica los cambios de versión
Todos los miembros del Ejecutivo apuntan en el mismo sentido: el Gobierno será contundente, colaborará con la Justicia y dejará caer a quien esté señalado. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, así lo ha defendido desde Luxemburgo. Ha asegurado que el Ejecutivo es "implacable contra la corrupción" y que Ábalos fue apartado del PSOE en cuanto se conoció el caso Koldo. También ha aprovechado para cargar contra la derecha por llevar diez años intentando "ensuciar" el nombre de Sánchez.
"Hoy más que nunca estoy muy orgulloso de pertenecer a un Gobierno que es, ha sido y siempre será implacable con la corrupción", ha dicho Bolaños, quien hasta en tres ocasiones ha evitado responder a la pregunta de por qué en su día el Gobierno dijo que Sánchez que no estaba al tanto de la llegada de la entonces vicepresidenta venezolana.
Bolaños ha insistido en que la voluntad del Ejecutivo es ser "absolutamente transparente" y que ha actuado con "total contundencia" desde que tuvo noticia de las primeras informaciones sobre la trama de corrupción. "Desde hace ocho meses, cuando se tuvieron noticia de las primeras informaciones, que ni siquiera apuntaban a Ábalos sino a algún colaborador suyo, hicimos todo lo que teníamos que hacer. Le apartamos del partido, le pedimos el acta y ya desde ese momento no formaba parte del Gobierno", ha resumido el ministro que, tal y como ha pronunciado Sánchez, ha dicho que "quien tenga que pagar, que lo pague" y que la "contundencia del Gobierno es clara".