Seguro que hay politólogos estudiando la última estrategia política de Feijóo y habrán llegado a la misma conclusión que yo: que el Partido Popular es capaz de sacarse un ojo para dejar ciego a Pedro Sánchez y a su Gobierno.
No se entiende si no que en un decreto-ley plagado de medidas de protección social votaran en contra de todos los españoles. Dijeron no a aumentar las pensiones, a prorrogar la subida del Salario Mínimo Interprofesional, a las medidas fiscales que favorecen a las personas autónomas, a construir viviendas de alquiler asequible, a proteger a las familias vulnerables cuando no puedan pagar la luz y a las ayudas a los afectados por el volcán de La Palma o por la DANA en Valencia. Han votado en contra de los intereses de ayuntamientos y comunidades autónomas que ellos mismos presiden, paralizando las entregas a cuenta de los ingresos del Estado. Y no he oído quejarse a Mazón de que, por culpa de su partido, no llegarán esos fondos a nuestra tierra.
Ni ellos mismos entienden esta maniobra. El decreto ómnibus prolongaba el escudo social que nos protege a todos y a todas, pero la explicación para tumbarlo ha sido que contiene medidas inadmisibles. Pero ¿es inadmisible votar a favor de aumentar las pensiones un 2,8% de media, las mínimas un 6% y las no contributivas y el ingreso mínimo vital un 9%? ¿Es perjudicial votar para prolongar las ayudas al transporte que para una familia valenciana de cuatro miembros puede suponer hasta 400 euros al mes?
Feijóo quería utilizar a los españoles y españolas para sacar rédito político, pero le ha salido mal porque, frente a su mala fe, el Gobierno de España ha reaccionado anteponiendo el interés social y pactando, en tiempo récord y con una mayoría alternativa, un nuevo texto que restituye las medidas sociales que los populares dejaron caer en el anterior decreto.
El PP se ha quedado tuerto con su voto en contra y por poco deja ciegos a todos los pensionistas, autónomos y familias vulnerables. Una jugada que les ha salido cara porque la mayoría de la población no se la vamos a perdonar.