El fundador y director general de Telegram, el empresario ruso Pavel Durov, continúa detenido en Francia desde que el pasado sábado las autoridades del país galo lo detuvieran al bajar de su jet privado en un aeropuerto cercano a París, en virtud de una orden de detención por presuntos delitos relacionados con la actividad de Telegram.
Durov, nacido en Rusia en 1989, fundó Telegram en 2013, y actualmente es CEO de la compañía de mensajería que, actualmente, es la principal alternativa a aplicaciones y redes como WhatsApp o Facebook. Desde sus inicios, la plataforma ha sido motivo de controversia por su opacidad en la privacidad de los usuarios y sus reticencias a compartir datos de sus usuarios con las autoridades, algo alabado y criticado a partes iguales.
Multimillonario, tres nacionalidades y dos redes sociales
Además de la nacionalidad rusa, Durov cuenta con la nacionalidad francesa y la nacionalidad emiratí, país donde reside y donde tiene su sede Telegram. Durov fundó la compañía en 2013 junto a su hermano Nikolai. Además de ser su director, es el principal apoyo "ideológico y financiero de la compañía", según explica la propia plataforma.
Durov también fundó en 2006 vKontakte, la alternativa rusa de Facebook. La negativa a aportar datos a las autoridades rusas de los usuarios de esta red social durante las protestas ucranianas del Euromaidán provocaron su salida de la compañía y del país en 2014, como él mismo explicó en un post en esa red social.
Durov abandonó su participación en la compañía habiéndose convertido en multimillonario (su fortuna es de más de 15.000 millones de dólares según Forbes) y dejando vK como la principal red social de Rusia.
Telegram, una app de mensajería controvertida
Con esa fortuna, Durov continúo desarrollando Telegram hasta convertirla en la principal alternativa a WhatsApp, Facebook o X en todo el mundo. Sin embargo, la aplicación, su uso y su política de privacidad han sido motivo de discusión: Telegram, al contrario que otras apps de mensajería como WhatsApp, se caracteriza por la negativa a compartir con las autoridades datos de sus usuarios, blindando la privacidad de sus usuarios. Es precisamente eso lo que ha convertido a la app en la principal alternativa muy utilizada por la disidencia en países con regímenes autoritarios, estando bloqueada en muchos de ellos.
Sin embargo, muchos de sus detractores explican que esa misma opacidad en los datos la ha convertido en una herramienta para delincuentes, así como para actividades de desinformación, difusión de contenido protegido por derechos de autor o de contenidos violentos e incluso terrorismo, entre otros.
Detenido por "no cooperar" con las autoridades sobre Telegram
Es precisamente por esa férrea política de opacidad en la protección de los datos de los usuarios por la que la Justicia francesa ha ordenado la detención de Durov: según la cadena francesa TF1, el multimillonario es "cómplice" de los presuntos delitos de "fraude, tráfico de drogas, acoso cibernético, crimen organizado y promoción del terrorismo" que se cometen en Telegram debido a su "falta de moderación en la actividad de la app, de cooperación con las fuerzas del orden y de las herramientas que ofrece Telegram", según explica el diario Le Monde.
La detención, al igual que el propio uso de Telegram, ha suscitado polémica: sus partidarios aseguran que Telegram, al igual que otros servicios, debe cooperar con las autoridades para prevenir esas actividades ilegales en su servicio de mensajería, mientras que las voces criticas con la detención aseguran que es una medida de censura y de recorte a las libertades individuales como la privacidad o la protección de datos. Uno de los primeros en manifestarse en contra del arresto fue el magnate y propietario de X, Elon Musk, pidiendo la liberación de Durov.
