Recta final de campaña para las elecciones federales en Alemania: este domingo, los alemanes están llamados a las urnas para elegir a un nuevo Bundestag, que deberá designar al próximo canciller germano en un momento clave para Alemania y Europa por la guerra comercial con Trump y sus conversaciones de paz con Putin por la guerra en Ucrania.
La mayoría de las encuestas coinciden en qué partido será la fuerza más votada: la Unión Democristiana (CDU) de Friedrich Merz tiene todas las papeletas para ganar los comicios del 23 de febrero, un resultado consecuente con el desgaste que los socialdemócratas (SPD) de Olaf Scholz han sufrido durante su gobierno en la llamada "coalición semáforo" con los Verdes y los liberales del FDP. Lo que parece claro es que ningún partido obtendrá la mayoría, por lo que serán los pactos los que decidirán al próximo jefe de gobierno alemán.
La cuestión migratoria, la seguridad europea tras la guerra de Ucrania, la economía y la crisis energética han sido los temas centrales de una campaña que también ha estado marcada por el ascenso de la ultraderecha en intención de voto. Esto es lo que dicen las últimas encuestas a pocas horas de que abran las urnas.
Los conservadores ganarán las elecciones y la ultraderecha, posible llave
Todos los sondeos coinciden en que los conservadores de la CDU ganarán las elecciones federales del 23 de febrero: en su último sondeo del 20 de febrero, la encuestadora alemana INSA los mantiene en cabeza con un 30% de los votos. Sin embargo, otras encuestas muestran un pequeño retroceso en expectativa de voto para los conservadores en esta recta final de campaña: las encuestas de Forschungsgruppe Wahlen (20 de febrero) y de YouGov (18 de febrero) les dan un 28% y un 27% del voto, según recoge Electomanía.
Las encuestas también coinciden en que Alternativa por Alemania (AfD) logrará un resultado histórico: la ultraderecha será la segunda fuerza política en los comicios, según el sondeo de INSA (21% de los votos) y en la misma línea en el de Forschungsgruppe Wahlen (21%) o YouGov (21%). Esto daría a la formación de la candidata Alice Weidel un papel clave en el Bundestag para nombrar al próximo canciller. Doblarían así sus resultados de las últimas elecciones: en 2021 lograron el 10% de los votos y quedaron en quinta posición.
Duro castigo para la "coalición semáforo" y el canciller Scholz
En la otra cara de la moneda, las encuestas apuntan a un castigo para los tres partidos de la "coalición semáforo" que formó el último gobierno: los socialdemócratas, nuevamente con el canciller Olaf Scholz como candidato, se hundirían hasta la tercera posición, sumando entre el 15,5% y el 16% del voto, según la media de los sondeos.
En la misma línea, los hasta ahora socios de gobierno de Scholz, los Verdes, obtendrían alrededor del 13% de los votos según varias encuestas. Pero los más castigados de la coalición serían los liberales de la FDP: la media de las encuestas los sitúa en torno al 4% de los votos tras ser cuarta fuerza en 2021 con el 11% de los votos.
De cumplirse todos los pronósticos, las tres fuerzas de la coalición semáforo pasarían de sumar el 51% de los votos a apenas el 32%, lo que elimina cualquier opción de reeditar su alianza.
Un escenario incierto para la gobernabilidad del país
La cuestión migratoria y el ascenso de la ultraderecha han sido los dos temas protagonistas de esta campaña electoral: ninguno de los principales partidos rechaza ya la idea de implementar mayores restricciones a la entrada de inmigrantes en Alemania, una cuestión que propició, el pasado mes de enero, que la CDU aprobase una moción en el Bundestag con apoyo de los liberales y de la ultraderecha de la AfD; un pacto ampliamente criticado por la oposición e incluso por figuras conservadoras como la excanciller Angela Merkel.
El atropello masivo de la semana pasada en Múnich -con un inmigrante afgano de 24 años y solicitante de asilo rechazado detenido como autor- terminó por agitar el debate y evocar una hipotética unión de conservadores y ultraderecha, al menos en esta materia.
Sin embargo, tanto Merz como Scholz han descartado la posibilidad de pactar con la ultraderecha. Al mismo tiempo, ambos líderes han tachado de "improbable" una gran coalición entre conservadores y socialdemócratas, por lo que la gobernabilidad del país tras los comicios es incierta.