El PSOE ya no solo ve con recelos la proposición no de ley de Junts para instar al presidente Pedro Sánchez a someterse a una moción de confianza: ahora ya explora fórmulas para evitar siquiera que pueda tramitarse. Fuentes parlamentarias dan por hecho que los socialistas utilizarán la mayoría que, junto a Sumar, reúnen en la Mesa del Congreso para impedir que esta solicitud de los independentistas catalanes sea debatida y votada ante el Pleno. Y lo harán, explican estas fuentes, basándose en un precedente el año 2013; los letrados aún tienen que elaborar su informe sobre si procede o no admitir a trámite la iniciativa de Junts, pero lo que digan no será vinculante y la decisión final dependerá de PSOE y Sumar.
La calificación en la Mesa del Congreso es el primer filtro que debe superar cualquier iniciativa, incluida esta proposición no de ley. Calificar una iniciativa, en principio, es un paso meramente burocrático y no político: la Mesa no tiene que pronunciarse sobre el contenido de la propuesta, sino únicamente acerca de si tiene errores de forma o si es reglamentariamente correcta. De hecho, la inmensa mayoría de las iniciativas que presentan los grupos parlamentarios se admiten a trámite, y es el Pleno del Congreso el que, posteriormente, vota para decidir si comienzan a tramitarse o no.
No obstante, desde el mismo lunes el PSOE ha transmitido en privado sus dudas sobre la proposición no de ley de Junts. Los socialistas consideran que la iniciativa no se ajusta al reglamento porque pretende que el Congreso inste al Gobierno a que haga algo, presentar una cuestión de confianza, que es única y exclusivamente decisión del presidente. Y se apoyan en un precedente de 2013 en el que la Mesa de la Cámara, entonces controlada por el PP, rechazó una moción del PSOE que exigía al presidente Mariano Rajoy "asumir las responsabilidades políticas" por el estallido del caso Gürtel con el argumento de que "supondría una moción de censura encubierta".
Fuentes parlamentarias ponen también como ejemplo una decisión que tomó este mismo martes la Mesa del Congreso, que ha rechazado por unanimidad —es decir, con los votos de PSOE, Sumar y PP— tramitar una proposición no de ley de Vox que buscaba que la Cámara Baja instase al Gobierno a "proponer inmediatamente al rey la disolución de las Cortes Generales". En este caso, la Mesa ha entendido que esa prerrogativa corresponde única y exclusivamente al presidente del Gobierno, y por tanto que el Congreso no puede exigirle que la aplique, y mucho menos exhortar al rey, que es un mero ejecutor de esa orden presidencial. El argumento es básicamente el mismo que el que el PSOE esgrime para no aceptar a trámite la iniciativa de Junts.
Las fuentes consultadas explican que la Mesa esperará hasta que los letrados del Congreso emitan su informe jurídico para tomar una decisión en su reunión del próximo martes. No obstante, este documento no es más que una guía no vinculante: la Mesa —en la que tienen mayoría PSOE y Sumar frente al PP— puede calificar o no cualquier texto digan lo que digan los juristas de la Cámara Baja.