¿Olivenza u Olivença? La agitada historia del pueblo al que no renuncia Portugal y que es ahora español... por Napoleón

Olivenza tiene una superficie de 430 km². Allí viven 11.776 habitantes, según el padrón de 2023. Son españoles: Olivenza está en la parte occidental de la provincia de Badajoz, en Extremadura. Pero Portugal queda a pocos metros. De hecho, hasta 1801, Olivenza era Olivença y era portuguesa.

Por eso no debe sorprendernos que el ministro de Defensa de Portugal, Nuno Melo, hiciera el pasado viernes unas declaraciones exigiendo a España que les devolviera la localidad. En realidad, la disputa es silenciosa —como corresponde a dos países socios de la UE— pero existe. Portugal no plantea abiertamente la reclamación de Olivenza, pero tampoco renuncia a ella, como acaba de demostrar el ministro Melo.

El carácter fronterizo de Olivenza se deja notar a cada paso. En su extremo occidental tiene su límite en el río Guadiana, que en esta zona separa Portugal de España. El litigio sobre estos dominios entre ambos estados aún no está resuelto: después de todo Olivenza fue portuguesa durante cinco siglos (del XIV al XIX). Y se nota.

Una hermosa villa fronteriza

Olivenza es bonita; merece una sosegada visita. Toda la arquitectura de la localidad presenta una mezcla de estilos de ambos países. Su carácter fronterizo motivó la construcción de fortificaciones abaluartas, que trajeron asociadas las del polvorín de Santa Bárbara. El casco antiguo, rodeado de murallas, tenía un total de 14 torres.

Cuatro puertas permiten atravesar las rotundas murallas defensivas y contemplar el ambiente medieval de Olivenza. Visita obligada es el alcázar o castillo, que conserva grandes murallas del siglo XVI con nueve baluartes en pie, y su Torre del Homenaje.

Si Olivença es hoy Olivenza es por culpa de Napoleón. Obligó a Carlos IV a declarar la guerra a Portugal para echar de sus puertos a los barcos ingleses. Aunque el relato histórico es más variado y complejo.

1256: nace la encomienda de Olivenza

Su origen está ligado a la definitiva reconquista de Badajoz por el último rey de León, Alfonso IX, en 1230. Con él estaban los templarios, que hacia 1256 crearon la encomienda de Olivenza, por entonces apenas un conjunto de huertos, chozas y algunas casas. Así pasó a ser parte de la Corona de Castilla.

Con Dionisio I, Portugal intervino en las disputas internas castellanas. En ese contexto de debilidad, en 1297, Castilla firmó con los portugueses el Tratado de Alcañices. Se fijó la frontera y los castellanos cedieron, entre otros territorios, la entonces aldea de Olivenza. A ese acuerdo se refiere ahora el ministro Melo, por lo que el Estado portugués no reconoce a Olivenza como territorio español.

La realidad fronteriza llevó a Portugal a construir defensas y murallas. Siguieron décadas de paz ya que se unieron las coronas portuguesa, castellana y aragonesa. Pero en 1640, Portugal vuelve a ser independiente y Olivenza entra en un nuevo ciclo bélico. Fue conquistada en 1657 por el duque de San Germán y devuelta a Portugal al firmarse el Tratado de Lisboa de 1668, por el que se reconocía la independencia de Portugal.

La España "de Napoleón" reconquista Olivenza

La estrategia defensiva portuguesa de nada le sirvió en 1801. Olivenza fue conquistada por el ejército español durante la guerra de las Naranjas y formalmente anexionada el 6 de junio de 1801 mediante el correspondiente Tratado de Badajoz y del Tratado de Madrid de 29 de septiembre de 1801. La conquista tuvo lugar en el contexto de la alianza militar francoespañola surgida del primer Tratado de San Ildefonso.

Es decir, España estaba con la Francia de Napoleón (cuestión que acabaría en la Guerra de la Independencia) y Portugal era aliado del Reino Unido. El caso es que los portugueses se vieron obligados a reconocer la posesión española de Olivenza. Nuestro país argumentó que la recuperaba por ser una parte de una dote de confraternidad familiar que había dado un rey español (del Reino de León).

Del Congreso de Viena al Tratado de Amistad de 1977

Terminada la guerra y vencido Napoleón se firmó el Tratado de París por el que los tratados firmados en 1801 quedaron anulados y sin ningún efecto, en lo que se refiere a Portugal y a Francia, pero sin hacer referencia a los acuerdos firmados con España. En los decenios siguientes, Portugal reclamó la restitución de Olivenza a su soberanía al amparo de lo estipulado en el Congreso de Viena de 1815.

Portugal llegó a ocupar en 1821 lo que hoy es Uruguay, antes de la independencia de Brasil

Hubo conversaciones entre Madrid y Lisboa, pero se rompieron cuando en 1821, Portugal ocupó la Provincia Oriental, actual Uruguay, desde territorio brasileño. España exigió la devolución, pero entonces Brasil se independizó impidiendo que se cumpliese esa petición.

Poco a poco la reclamación lusa dejó de ser oficial. De hecho, en 1977 Portugal y España firmaron el Tratado de Amistad y Cooperación, cuyo artículo 2º indicaba que las partes "reafirman la inviolabilidad de sus fronteras comunes y la integridad de sus territorios". Luego, con la entrada en la UE la cuestión quedó aún más relegada.

Una reclamación viva pero silenciosa

Sin embargo, Portugal no renuncia a su reclamación sobre Olivenza, como el ministro Melo acaba de demostrar. De hecho, sigue habiendo grupos irrendentistas portugueses como el Grupo de los Amigos de Olivenza y el Comité Olivenza Portuguesa.

En 1995, las autoridades portuguesas enviaron a las españolas un informe sobre el impacto que se esperaba que el proyectado embalse de Alqueva tuviera sobre territorio español. En dicho informe no se recogían los efectos en el territorio de Olivenza. Una semana después, enviaron un nuevo informe que sí incluía este municipio pero con el título de "Territorio de España y de Olivenza", lo que evitaría reconocer que Olivenza sea territorio español.

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