El director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, ha constatado este viernes que Irán continúa enriqueciendo uranio a niveles próximos a la fabricación de armas nucleares. Por ello, ha insistido en la necesidad de redoblar los esfuerzos diplomáticos o, de lo contrario, "será un desastre para todos", ya que este material puede ser utilizado tanto para producir energía nuclear con fines civiles como en la fabricación de bombas atómicas.
Irán, que siempre ha defendido que su programa de desarrollo nuclear tiene fines energéticos, comenzó a enriquecer uranio hasta niveles del 60% en 2021. Ese material podría actualizarse rápidamente al 90%, un nivel que se utiliza normalmente en las armas nucleares.
En un informe confidencial a sus estados miembros, la agencia nuclear de la ONU ha confirmado que Teherán está acelerando ese proceso en la planta de Fordow. Según el documento, alcanzará una capacidad de producción mensual superior a 34 kilos de uranio enriquecido al 60%, frente a los 4,7 kilos mensuales hasta ahora.
"Es muy preocupante", ha indicado Grossi durante una conferencia en Bahréin. En su intervención, ha recordado que las nuevas centrifugadoras avanzadas instaladas por Irán tienen el potencial de aumentar la capacidad de producción hasta ocho veces con bastante rapidez.
La agencia nuclear informó el mes pasado de que había logrado una promesa incondicional de Irán relativa a frenar el enriquecimiento, una medida fue vista como un posible avance en las relaciones diplomáticas. No obstante, el OIEA ha verificado que el 3 de diciembre las autoridades iraníes comenzaron a instalar nuevas maquinaria y material para producir uranio al 60%, mientras que en otra unidad de la planta se produjo uranio enriquecido hasta el 5%.
En el último informe del OIEA a sus estados miembros se cifra en más de 180 los kilos de uranios con una pureza de más del 60% y los expertos advierten que, con 50 kilos de ese material, sería posible fabricar una cabeza nuclear. En noviembre, el OIEA se mostró muy preocupado por la producción de uranio altamente enriquecido de Irán y recordó que es el "único Estado no poseedor de armas nucleares que lo hace".
La decisión de acelerar su producción de uranio cercano al nivel militar se produce después de que la Junta de Gobernadores del OIEA aprobase en noviembre una resolución de Alemania, Francia, Reino Unido y EEUU para que el organismo de la ONU elabore un "informe integral" sobre las actividades nucleares iraníes. La resolución buscó ejercer presión diplomática sobre la República Islámica tras el fracaso del acuerdo nuclear de 2015, que establecía limitaciones al desarrollo nuclear iraní a cambio de alivio en las sanciones internacionales.
Ese acuerdo se debilitó tras la retirada unilateral de EEUU en 2018 bajo la administración de Donald Trump y acabó por fracasar con la respuesta iraní de violar los compromisos establecidos. Irán ha violado los términos del pacto nuclear de 2015 al incrementar el enriquecimiento de uranio al 60% (muy por encima del límite del 3,67% permitido), acumular reservas de uranio unas 30 veces superiores a lo autorizado y reactivar instalaciones nucleares previamente restringidas.
Además, los esfuerzos por reducir las tensiones han sufrido un revés en las últimas semanas. Los países europeos y EEUU aprobaron el mes pasado una polémica resolución del OIEA que censuraba a Irán y amenazaba con enviar al país de vuelta al Consejo de Seguridad de la ONU para sanciones.
El país tiene material suficiente para completar varias ojivas, si su gobierno toma la decisión política de avanzar hacia las armas nucleares. "Tenemos que tomar la vía diplomática", ha remachado Grossi, "o, de lo contrario, será un desastre para todos".
"Todas las partes deben renovar sus esfuerzos para desactivar pacíficamente las tensiones en torno al programa nuclear de Irán, que han estado latentes durante más de dos décadas", ha manifestado Grossi durante su comparecencia.
