En mayo de 2020 se aprobaba por primera vez el Ingreso Mínimo Vital (IMV) con el objetivo de prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social. Esta ayuda, destinada a aquellas personas en situación de vulnerabilidad, sigue activa hoy en día y aumenta cada año: este 2025 el Gobierno anunciaba una subida del 9%.
Sin embargo, no se trata de una prestación con una cuantía fija, sino que varía según las necesidades familiares -pueden ir desde los 658,9 euros a los 1.448,90 euros-. Además, no tienen una duración limitada. Si se mantienen los requisitos que se deben cumplir por la Seguridad Social, este ingreso se podrá percibir de manera indefinida.
¿Quién puede solicitar el Ingreso Mínimo Vital?
El IMV tiene carácter universal para todas las personas residentes en España que estén en situación de vulnerabilidad y sean mayores de 23 años, (salvo excepciones como familias con menores a cargo o jóvenes salidos de centros de protección). Esta situación se acredita por los ingresos y rentas, que deben estar 10 euros por debajo de la cuantía que garantiza el ingreso mínimo vital para cada modalidad en función del número de miembros de la unidad de convivencia.
¿Cómo solicitar el Ingreso Mínimo Vital?
Para solicitar el Ingreso Mínimo Vital, es posible enviar la petición por correo postal o utilizar un canal telemático, concretamente la sede electrónica de la Seguridad Social, en la que además cuenta con un simulador, un asistente virtual y un teléfono gratuito (900 20 22 22).
En cualquiera de las dos vías es necesario reunir y presentar la siguiente documentación: acreditación de la identidad, residencia legal en España, domicilio y la existencia de una unidad de convivencia. En este último caso, si no estás solo, has de entregar el libro de familia o la inscripción en el registro de parejas de hecho.
