Por primera vez en esta legislatura, Donald Trump y Elon Musk se han mostrado públicamente en el Despacho Oval en lo que ambos quería que fuese una escenificación de la cesión de más poderes al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) que lidera el dueño de Tesla para recortar el gasto público.
Con una gorra negra sobre la que estaba bordada el lema Make America Great Again y con su hijo pequeño, X Æ A-Xii, a hombros, Musk contestó a las preguntas de los periodistas. Una de ellas hacía referencia a un bulo propagado por Trump, quien hace unas semanas informó de que había impedido que EEUU destinase "50 millones de dólares en condones para Hamás".
La realidad es que los preservativos formaban parte de una campaña estadounidense para luchar contra el sida en Mozambique. Musk ha admitido que "algunas cosas" que se han dicho podían ser “incorrectas” y que podía haber "errores".
El dueño de X, en cualquier caso, ha dudado de la eficiencia de gastar 50 millones de dólares en enviar preservativos sea cual sea su destino, una opinión que ha reafirmado más tarde en su red social: "50 millones de dólares en condones son muchos condones", ha escrito.