El hecho de lo que llamamos comúnmente 'hacer pis' es fundamental en la autorregulación de nuestro organismo, además de que puede indicar circunstancias subyacentes que debemos tener en cuenta y tratar. Pero entonces, ¿cuántas veces se considera saludable ir al baño a orinaorinar
r cada día? Según los urólogos, no existe un número concreto, puesto que va a depender tanto de la actividad como del agua que bebemos y el que eliminamos por distintas vías, como el sudor por ejemplo.
Lo que sí parece claro es que, durante los meses de invierno, en general y cuando aprieta el frío, las visitas al baño para orinar suelen ser más frecuentes, hecho fisiológico que tiene una explicación científica muy sencilla, y que no indica que haya ningún problema ni infección detrás.
La razón por la que es imprescindible ir al baño a orinar
Hacer pis es una función del organismo imprescindible para que todo funcione correctamente, y se eliminen los desechos que pueden provocar daños en el organismo, así como retención de líquidos o subida de la presión arterial. Debemos saber que la orina está compuesta sobre todo por agua, y también por sustancias diluidas en ella que deben ser eliminadas de forma natural cada día.
Entre estas sustancias que deben desaparecer del cuerpo a través de la orina están la urea, el ácido úrico y la creatinina. También se eliminan por el pis sales minerales como el potasio, el sodio o el fosfato, necesario para mantener el equilibrio en el organismo.
Muchas personas se preocupan si van demasiadas veces al baño, sin saber que esto depende de muchos factores que nunca son iguales en todas las personas. Los urólogos explican que, si vamos al baño muchas veces y hacemos cantidad de pis, es probablemente porque bebemos mucha cantidad de agua diaria. Si, por el contrario, vamos mucho, pero cada vez eliminamos solo un poco de orina, quizá existe detrás una infección o algún problema que tratar.
¿Cuál debe ser la frecuencia urinaria 'normal'?
Los expertos no establecen un número de visitas al baño como 'normal', pero sí marcan una horquilla que puede ir desde las 3 o 4 al día, hasta 8 veces, en función de muchos factores. Cuando estamos enfermos y cursamos con fiebre, es probable que perdamos agua con el sudor o los vómitos; y lo mismo pasa si hacemos mucho deporte y no ingerimos el agua que perdemos para reponer los líquidos: en esos casos vamos a orinar menos.
En cuanto al aspecto 'normal' de la orina, ésta debe ser amarillenta y transparente, con intensidad de color que va de clara a más oscura, en función de la cantidad. Puede darse la circunstancia de que si hemos comido espárragos o alcachofas, por ejemplo, la orina desprenda un fuerte olor, aunque será algo momentáneo que desaparece a lo largo del día. Si nuestra orina huele mal de forma permanente y sin una justificación, deberíamos consultarlo con el médico.
¿Por qué orinamos más cuando hace frío?
En el caso de que hayas observado que en los meses de invierno, cuando aprieta el frío, vas con más frecuencia al baño para orinar, no deberías preocuparte puesto que, según los especialistas, es un hecho fisiológico normal.
Esto sucede porque cuando hace frío, el organismo no se dilata tanto como en verano, está contraído, y la retención de líquidos es bastante menor. En verano perdemos líquido a través del sudor, por ejemplo, algo que no sucede en invierno.
Técnicamente, al hecho de hacer menos pis en invierno se le denomina diuresis del frío: al bajar las temperaturas ambientales, los vasos sanguíneos experimentan una contracción para concentrar la mayor cantidad posible de flujo sanguíneo en torno a nuestros órganos vitales. Al contraerse los vasos, la sangre ve reducido el espacio que antes tenía para circular, por lo que aumenta la presión, algo que las células arteriales de los riñones perciben, y actúan eliminando los líquidos sobrantes para regular la presión arterial. Esa es la razón por la que sentimos más ganas de orinar en invierno.
