Loida Zabala rompe a llorar y cumple su sueño en París: "Si me hubiera hundido, no estaría viviendo este momento"

La haltera española Loida Zabala cumplió este jueves su sueño de participar en los Juegos Paralímpicos de París 2024, los quintos en su palmarés. A ellos ha acudido tras ser diagnosticada a finales del año pasado de una grave enfermedad terminal, motivo por el que no pudo evitar las lágrimas al competir.

La extremeña finalizó novena en la prueba de 50 kilos, pero para ella ya era uno de los éxitos de su vida. Es la gran recompensa a un largo camino que arrancó al conocer que sufría un agresivo cáncer, con nueve masas en el cerebro después de que días antes, de forma repentina, se le durmiese un brazo, fuese perdiendo el habla y no fuese capaz de reconocer objetos.

Dos semanas después, confirmó que sufría cáncer de pulmón, en concreto una neoplasia maligna que se había diseminado al cerebro, hígado y riñón, pero a partir de ese momento no quiso que eso le apartase de su sueño de estar en sus quintos Juegos Paralímpicos. Enseguida, comenzó un tratamiento con pastillas que funcionó y que hizo desaparecer las masas en el cerebro y que redujo los tumores en el pulmón y el hígado.

El pasado 12 julio confirmó emocionada que había logrado el billete para estar en la cita y este jueves, en La Chapelle Arena, pudo competir, aunque su participación estuvo en suspenso porque la dificultad y el desgaste para poder bajar de peso.

"Era casi imposible que yo fuera en el estado en el que me encontraba, pero finalmente conseguimos bajar de peso, que me costó muchos días en la sauna y además he hecho tres válidos que no lo había hecho nunca en ninguna competición internacional", celebró muy emocionada Zabala en zona mixta tras levantar 60, 70 y 75 kilos en sus tres intentos.

La extremeña recalcó que había sido "muy complicado porque al final si los médicos te dicen que no puedes competir, no puedes competir y hasta lo tienes que asumir". "Claro, con todo lo que hemos hecho, ha sido muy complicado. En enero yo pesaba 61 kilos, el bajar a 50, el estar en sauna durante tanto tiempo con la médica ahí, con el tensiómetro, todo el esfuerzo que hemos hecho, quedarse ya en las puertas, era como una noticia devastadora para mí", confesó.

"Me ha costado mucho llegar hasta aquí, ha sido muchos meses de sacrificio, pero cuando finalmente me dieron la noticia de que podía competir, fue como si me volviera a decir que estoy clasificada", añadió, dejando claro que pese a lo que está atravesando no se considera "una inspiración". "Sé que esa fuerza interior que se me puede ver ahora la tiene cualquier persona, yo no sabía que era así de fuerte y sé que todo el mundo tiene eso dentro", remarcó.

"Estar aquí hablando con vosotros (los medios) me parece algo increíble. La vida a veces te da sorpresas y si me hubiera hundido y hubiera tirado la toalla, no estaría viviendo en este momento", comentó.

"Y encima, ver a tu familia, es que es algo increíble y no había vivido nunca anteriormente", prosiguió la española, a la que vieron desde la grada de La Chapelle Arena su madre, hermano, pareja y amigos y que pese a unos meses extenuantes, no parece que se vaya a tomar demasiado respiro porque ya tiene "un siguiente foco en revalidar el título de campeona de Europa, que es dentro de dos años". "Me da tiempo recuperar el estado de forma que estaba el año pasado. Y después me gustaría sobrevivir hasta Los Ángeles 2028", advirtió.

Loida no pudo evitar las lágrimas en los Juegos: "Me parece increíble, estoy tan emocionada, es la primera vez que lloro en la entrada, qué tontería, pero es que era tan emocionante porque encima mi familia estaba de pie ahí con camisetas rojas".

En duda hasta última hora

Su entrenador, Óscar Sánchez, reconoció lo complicado que había sido conseguir que la deportista estuviera en su peso para la competición. "Ayer miércoles se encontraba bastante mal de salud y no sabíamos finalmente si iba a poder competir, pero ha podido, era la ilusión que tenía volver a competir en sus quintos Juegos", resaltó.

El técnico no tenía claro "cuánta fuerza iba a tener" la extremeña "después de todo" lo que tuvieron para dar el peso y luego en la competición empezaron "poquito a poco, muy suave para por lo menos hacer un levantamiento válido y estar dentro de la competición".

Sánchez no olvida los primeros momentos cuando la haltera recibió la noticia de su "enfermedad muy muy grave". "Recuerdo cuando estaba en el hospital que sólo estaba obsesionada y lo único que pensaba era que cuándo podía volver a entrenar, eso te impacta mucho, dice mucho de lo que es para ella esto", puntualizó.

"No sé hasta dónde va a ser capaz de llegar, eso lo decidirá el cuerpo porque estas cosas no se puede saber, pero ella hasta el final entrenará, luchará y seguirá compitiendo", concluyó.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.