Consciente de la evolución de su música, Dani Fernández se sinceró nada más comenzar su multitudinario concierto en Madrid, uno de los últimos que acogerá el WiZink Center antes de pasar a llamarse Movistar Arena, ya en 2025. "Ya he tocado aquí otras veces, pasan los años y sigo haciendo nueva música. Y lo mejor es que os seguís quedando, que no os vais". Eran sus primeras palabras ante 17.000 personas, lleno total.
Razón no le falta. Ciertamente, nada queda de aquel chaval que conocimos en Auryn, pero tampoco del que hace unos años comenzaba prácticamente de cero con su primer disco en solitario. En efecto, es una versión evolucionada, y muy mejorada, de ese músico cargado de miedos e incluso ciertos complejos.
Ante su enfervorecido público se plantó con su última y exitosa gira, Esto es una jauría, que no dejó indiferente ningún rincón del recinto madrileño y demostró que el escenario es el hábitat natural del manchego.
"Ciertamente, nada queda de aquel chaval que conocimos en Auryn, pero tampoco del que hace unos años comenzaba prácticamente de cero con su primer disco en solitario. En efecto, es una versión evolucionada, y muy mejorada, de ese músico cargado de miedos"
Consolidado como uno de los artistas más destacados del panorama musical español nacional, Fernández hizo un recorrido por su último disco, La jauría, columna vertebral de este tour y, por su puesto, del show de Madrid. Así, se fueron sucediendo sobre el escenario temas como Joderme la vida, Criminal, Me has invitado a bailar o Cariño, suéltate el pelo, esta última tiñendo de rojo todo el recinto, que se rendía al rock and roll.
Uno de los momentos más mágicos e intimistas de la noche llegó cuando Dani, totalmente a capella y con el recinto completamente en silencio -salvó algún 'despistado'-, interpretó desde el centro del recinto, en un escenario secundario montado para la ocasión, la preciosa La trama principal. Algo que muchos tardarán en olvidar.
Pero también, tal y como había prometido y esperaba todo su público, hubo hueco para los temas más importantes de su carrera como Clima tropical, Supersubmarina o Bailemos, desatando la locura.
El manchego no estuvo solo. Hubo hasta tres sorpresas, como él las definió, sobre el escenario madrileño. Para abrir boca, su mujer, Yarea Guillén; después, invitó a Viva Suecia, los primeros que confiaron en él, en palabras del protagonista de la noche; cerraba la terna Valeria Castro y su dulce voz, esa que enamoró al manchego hasta el punto de grabar juntos ¿Y si lo hacemos?, la canción con la que enamoraron a todo el WiZnik.
Aún quedaba lo mejor. Uno de los momentos más tiernos, cuando Dani se puso a pie de escenario, solo con su guitarra, para interpretar Si tus piernas, una canción que a pesar de que nunca llegó a ser single, su público la ha convertido en una de las imprescindibles de su repertorio, y su Todo cambia, con el que el manchego cerró el espectáculo a lo grande. Sí, todo cambia, Dani también, y, de momento y visto lo visto, a mejor.
