En el nuevo Ministerio de Juventud e Infancia entran y salen continuamente personas cargadas con cajas y pantallas de ordenador. Hace apenas unos días que se mudaron después de estar un año compartiendo edificio con Sanidad y Derechos Sociales. Ni siquiera el despacho de la ministra, Sira Rego (Valencia, 1973), está todavía completo, pero aun así recibe a 20minutos para hacer balance de su primer año al frente de un departamento que no había existido hasta esta legislatura.
De ella depende la primera ley de protección de los menores en el entorno digital, con la que pretende poner fin a "la ley de la selva" que rige en el ámbito tecnológico y que espera enviar al Congreso "con carácter inmediato", tras introducir algunas medidas sugeridas por los 50 expertos a los que encargó elaborar un informe. También le está tocando negociar la reforma de la ley de extranjería para reubicar a los menores migrantes de los territorios saturados, que no parece que vaya a salir por lo pronto. Tiene pendiente una ley de juventud en la que espera ampliar la edad de voto a los 16 años, un Pacto de Estado contra la Pobreza Infantil y una reforma de la ley de protección a la infancia de 2021 para prohibir el síndrome de alienación parental. Son, dice, cuestiones que siempre han estado ahí, pero que con la creación de este nuevo ministerio han podido pasar a un primer plano y se han plasmado en políticas públicas.