Joël Le Scouarnec, el excirujano francés de 74 años acusado de haber agredido y violado a 300 menores cuando les trataba, ha añadido este viernes una nueva víctima: su propia nieta. "Sí, reconozco que cometí abusos sexuales sobre mi nieta", ha dicho el acusado, poco después de que el mayor de sus hijos y padre de la víctima, compareciera como testigo en el tribunal de lo penal de Morbihan, en Vannes.
Tanto el hijo como su esposa, que también se encontraba presente en la sala en el momento de la terrible confesión, han necesitado asistencia psicológica tras escucharle. Aunque los hechos siguen la línea y modus operandi del pederasta confeso, el mayor de Francia. Hasta el momento se sabía que Le Scouarnec había relatado en sus diarios fantasías sexuales con su nieta, nacida en 2012, cuando tenía dos y tres años. En esos mismos cuadernos el septuagenario relataba de forma sistemática los abusos y violaciones que cometió durante tres décadas en las clínicas y hospitales en los que ejerció, hasta el punto de llegar a tener hojas de Excel los datos de cada víctima, incluso de de sus eyaculaciones. El primero de esos relatos habla de una niña que apenas tenía año y medio y en el cuenta que se exhibió desnudo ante ella.
Ante las declaraciones de este viernes, el fiscal ha reaccionado inmediatamente y ha asegurado que se trata de actos cometidos sobre una menor, que no han prescrito y que, por tanto, deben ser añadidos al acta de acusación. Así, Le Scouarnec sumaría 301 víctimas, aunque otras más de 60 se quedaron fuera de la acusación tras su detención en 2017 or haber prescrito o por falta de pruebas.
La confesión ha sido tal que ha llevado a que se suspendiera la sesión de este viernes, en la que había testificado el hijo mayor, debido a la conmoción de todos los presentes. En su declaración, el hombre de 44 años y padre de dos hijos, ha relatado el ambiente de incesto de la familia, en el que su hermano mediano había sido objeto de abusos por parte de su abuelo, el padre del ahora acusado. También ha confesado tener un vínculo cercano con su padre, a quien visitó en prisión cuando fue arrestado en 2017 por abusar de la hija de seis años de sus vecinos, lo que destapó el caso este atroz caso de pederastia. "Trataba de comprender lo que hizo porque no entendía nada. Iba una y otra vez en busca de respuestas y no las tuve", relató.
Depresión y alcoholismo
El hombre no ha dudado en poner de manifiesto que el descubrimiento de las actividades de su padre le ha colocado al borde de la depresión, algo que le llevó a una adicción al alcohol durante dos años. También ha afirmado que ya está recuperado. Además, ha asegurado que se enteró muchos años más tarde de que su padre había sido condenado en 2004 por tenencia de material pedófilo. "Mi esposa la tomó con mi madre, le reprochaba que no nos lo hubiera dicho. Pensaba que tenía que haberlo hecho para proteger a nuestra hija", ha sostenido.
El hijo del pederasta confeso también ha afirmado que cuando se enteró de que su padre había escrito fantasías eróticas sobre su hija sintió "un doble traumatismo", pero decidió no denunciar para preservar a la niña: "No tiene ningún recuerdo y ya le habían hecho muchas preguntas". También ha añadido que se siente traicionado por su padre. "Abusó de mi confianza, de mi hospitalidad", antes de conocer que su hija también había sido víctima de los abusos.
Esta práctica de no denunciar se ha puesto de manifiesto en más de una ocasión desde que empezara el juicio este lunes. Concretamente, la hermana de Le Scouarne declaraba este jueves que, pese a haber conocido que su hermano abusó de su hija menor, tampoco denunció, simplemente habló que él y le pidió que buscara ayuda profesional. "No tendré vida suficiente para reparar lo que hice a mi hija", manifestaba. "Si hubiera denunciado a mi hermano en 2000, muchas víctimas se habrían salvado. Lo único que me preocupaba entonces era mi pequeña niña, su sufrimiento", ha insistido. Hace tan solo cinco años también descubrió que su otra hija fue violada de la misma manera. Por ello y la agresión a otras dos niñas el francés ahora cumple una condena de 15 años.
La ex, señalada
Entretanto, el excirujano no es el único en el punto de mira durante este juicio. Su exmujer, Marie-France, ha sido señalada por la hermana y el hermano del acusado, que han incidido en que ella conocía los abusos que cometía el septuagenario y que no dijo nada. Además, hay una carta que la exesposa envió a unos amigos en 2010 donde pedía protección para su hijo menor, también abusado por su abuelo.
Los hechos que se juzgan ocurrieron de 1989 a 2017 y tuvieron lugar en varias clínicas privadas y hospitales públicos del oeste de Francia en los que ejerció como cirujano digestivo. Le Scouarnec violaba y abusaba sexualmente de sus pacientes, a algunos mientras aún seguían bajo los efectos de la anestesia tras haber sido operados, a los más pequeños (de menos de tres años) en las revisiones. Todo esto lo anotaba minuciosamente en los diarios que han sido claves en la investigación en su contra.
Además, el excirujano ya fue condenado en 2020 a 15 años de cárcel por abusos sexuales y violaciones contra otras cuatro niñas, dos de ellas las de las mencionadas sobrinas. En 2005 también había sido sentenciado por tenencia de imágenes de pornografía infantil tras una investigación del FBI. A pesar de todo, siguió ejerciendo como médico y tratando a diario con menores, de los que siguió abusando impunemente. Todo se descubrió el 2 de mayo de 2017, cuando la Policía lo detuvo.
El juicio, que dio inicio el pasado lunes, acogerá del 5 de marzo al próximo abril las declaraciones de algunas de las víctimas. Según informaba este jueves fe, una de esas víctimas se aposentaba a las puertas del tribunal durante la sesión para condenar también las declaraciones de la exmujer. "No se pone en nuestro lugar, nos falta el respeto. Llegó a decir que ser violada de adulta es peor que de niña", ha declarado.
