José Luis Escrivá, el cerebro tras la reforma de las pensiones que salta de Moncloa a dirigir el Banco de España

José Luis Escrivá (Albacete, 1960), hasta ahora ministro de Transformación Digital, será el nuevo gobernador del Banco de España, uno de los organismos independientes más relevantes del organigrama institucional de España. Ministro encargado de la Seguridad Social durante casi cuatro años, fue el cerebro detrás de la reforma de las pensiones, la medida estrella de su departamento que ha sido cuestionada por el organismo que ahora presidirá.

En noviembre, Sánchez lo nombró ministro de Transformación Digital, una cartera discreta teniendo en cuenta su trayectoria y alejada de la primera línea de la política. El movimiento despertó las especulaciones sobre una designación futura como ministro de Economía, puesto que finalmente iría a parar al delfín de Nadia Calviño, un poco conocido Carlos Cuerpo. Después sonó para dirigir el Banco de España, puesto que al finalmente ostentará pese a la oposición del PP con quien el PSOE ha pactado tradicionalmente los candidatos a gobernador y subgobernador.

Escrivá deja su silla en el Consejo de Ministros para ocupar, sin haber pasado ningún tipo de cuarentena, el asiento de gobernador en el supervisor bancario. Una institución que desde la creación del euro ha cedido casi todo el poder que tenía en política monetaria, pero que aún tiene competencias en supervisión bancaria y cuenta con un potente centro de estudios que a menudo es crítico con las medidas económicas del Gobierno.

Con su nombramiento al frente del Banco de España, que se hará oficial el jueves, Escrivá culmina una trayectoria profesional que inició, precisamente, en la institución que ahora liderará. El economista albaceteño, funcionario de carrera con plaza en la institución, comenzó andadura profesional en el centro de estudios de este organismo, donde llegó a ocupar puestos directivos.

Una de las polémicas que ha provocado su nombramiento es que Escrivá tendrá mando sobre un centro de estudios que ha publicado informes críticos con las políticas económicas del Gobierno. Especialmente, sobre la reforma de las pensiones, a propósito de la cual el todavía ministro tuvo un sonado enfrentamiento con el supervisor, al que llegó a acusar de "falta de sofisticación" en el análisis.

Más adelante, a finales de los 90 saltaría al Banco Central Europeo, donde ejerció de jefe de la división de política monetaria durante cinco años. Tras dos décadas en banca central, Escrivá dio el salto al sector privado, donde fungiría como economista jefe de BBVA y director gerente del área de finanzas públicas de la entidad. Su primera incursión en la vida pública se produjo en la Airef —el vigilante independiente de las finanzas públicas—, organismo del que fue el primer presidente entre 2014 y 2020.

En 2020 dio el paso a la política cuando Pedro Sánchez le reclamó para ser ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, un cargo que desempeñó durante la pasada legislatura. Su departamento ha participado en las principales reformas económicas adoptadas por el Gobierno (ERTE, reforma laboral, ingreso mínimo vital).

Pero la política por la que Escrivá será recordado como ministro es, sin duda, la reforma de pensiones. Un paquete legislativo en dos fases que busca garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas y, a la vez, apuntalar el sistema mediante más ingresos, pero sin recortar gastos. Un cambio legislativo cuya sostenibilidad financiera ha quedado en entredicho por los cálculos de la Comisión Europea o los análisis de la Airef y también por el Banco de España.

Ahora, Escrivá toma el testigo de Pablo Hernández de Cos, un gobernador cuya labor al frente del Banco de España ha sido elogiada prácticamente por todos los partidos políticos. A diferencia de su predecesor —cuya designación fue propuesta por el PP, pero de mutuo acuerdo con el PSOE— da el salto directamente del Consejo de Ministros a la madrileña calle de Alcalá.

Un movimiento que, si bien tiene precedentes (Luis de Guindos saltó del Ministerio de Economía a la vicepresidencia del BCE o el ministro portugués Mário Centeno lo hizo al Banco de Portugal), no está bien visto y pone en entredicho la independencia del organismo. La experiencia y trayectoria de Escrivá está fuera de toda duda, pero su cercanía al Gobierno y su vinculación con las reformas clave que evalúa el Banco de España genera suspicacias.

La última vez que se nombró a un gobernador sin acuerdo entre Gobierno y oposición fue en 2006 cuando Miguel Ángel Fernández Ordóñez fue designado por Zapatero para liderar el banco. El mandato de Fernández Ordoñez, que saltó desde la Secretaría de Estado de Hacienda, coincidió con el estallido de la gran crisis financiera. Su labor durante esos años, tanto en la supervisión de una banca que después tuvo que ser rescatada con dinero europeo, como a la hora de alertar de la burbuja inmobiliaria fue duramente criticada, incluso por Pedro Sánchez.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.