El Gobierno se resigna a que Junts tumbe la senda de déficit y ya se centra en atraerle para los Presupuestos

Las posibilidades que veía el Gobierno de aprobar este jueves la senda de déficit en el Congreso se han esfumado tras la reunión de este fin de semana entre el PSOE y Junts en Ginebra. Tanto el PSOE como Sumar dan por hecho que volverán a recibir el 'no' de Junts en el segundo intento de aprobar el límite de gasto no financiero que tendrán los territorios, que es el primer paso en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Por ello, se centran ya en la siguiente pantalla, que es la aprobación de las cuentas públicas, una votación determinante para la estabilidad de la legislatura y que creen que pueden superar si dan más tiempo a Junts para calmar las aguas y trabajan sus apoyos a fuego lento.

Los socialistas salieron con las manos vacías de la reunión que mantuvieron Carles Puigdemont y el número tres del PSOE, Santos Cerdán, el pasado fin de semana en Suiza. Junts lo constató al asegurar que solo podría contar con sus votos si había cambios en la senda de déficit, lo que resulta inviable antes de la votación de este jueves. Y es que hace poco más de una semana que el Ejecutivo llevó al Consejo de Ministros este techo de gasto, el mismo que Junts había tumbado en el mes de julio.

Su aprobación no es imprescindible para sacar adelante unas nuevas cuentas, ya que pueden utilizar el mismo límite de gasto que en 2023, si bien desde el Gobierno insisten en que este es menos expansivo y privaría a las autonomías y ayuntamientos de unos 12.000 millones de euros para gastar en los próximos dos años. En concreto, serían 6.600 millones de euros menos para las autonomías y casi 5.000 millones lo que afectaría a las corporaciones locales.

Aunque los socialistas aseguran que el encuentro para intentar "tender puentes" con Junts se produjo dentro de la "normalidad", fuentes de Ferraz reconocen que percibieron el enfado del expresidente catalán, que a su juicio es lo que está provocando los últimos desplantes parlamentarios de las últimas semanas. Por ello, remarcan que no se tomarán lo que pueda suceder este jueves con la senda de déficit como un "no a los Presupuestos".

Además, creen que las protestas en las sedes de Junts tras su rechazo a la votación sobre la regulación del alquiler de temporada en el Congreso puede haberles hecho reflexionar, lo que consideran que jugará a favor del PSOE en la votación de los Presupuestos.

El PSOE presiona ahora al PP

Como ya dan por descontado el rechazo de los posconvergentes, ahora el PSOE intenta presionar al PP para que apoye esta votación. "Si el PP vota en contra de la senda de déficit, es probable que el Gobierno pierda la votación", dijo la portavoz del PSOE, Esther Peña, este lunes tras la Ejecutiva socialista. Para ello, insisten en que el 'no' del PP a la senda de déficit iría en detrimento de los ayuntamientos y comunidades donde gobiernan, un mensaje que también repiten desde Moncloa.

Mientras que el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, tildó de "inconcebible" que el principal partido de la oposición pretendiese "boicotear" la acción de Gobierno aunque "perjudique a la ciudadanía", el responsable de Función Pública, Óscar López, acusó a los de Feijóo de "irresponsables".

Desde el PP responden que lo que es "absolutamente irresponsable" es que el Gobierno presente el mismo techo de gasto que ya fue rechazado y que sea todo sea un "trágala". "¿Dónde está la mayoría progresista de la que llevan hablando un año? Dejen de marear y pongan las urnas", señaló la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, al respecto.

El Gobierno se da tiempo para presentar los PGE

La otra pata de la coalición, Sumar, es igual de pesimista que los socialistas en privado, y fuentes de la dirección de la formación admiten que es muy complicado que el Gobierno consiga sacar adelante el techo de gasto. Públicamente, no obstante, Sumar intentó este lunes presionar a Junts para que se avenga a cambiar el sentido de su voto apelando a los 500 millones de euros de los que no podría disponer la Generalitat de Cataluña si esta no sale adelante. "Todos los partidos tienen que asumir sus responsabilidades y decidir si quieren estar al lado de una mejor financiación o jugar a la política pequeña", señaló en este sentido el portavoz y ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

No obstante, sin micrófonos delante, las esperanzas entre los dirigentes de Sumar de lograr aprobar la senda de estabilidad se reducen casi a cero. Y los ojos también están puestos en la siguiente pantalla: la negociación de los Presupuestos, que según las fuentes consultadas serán "otra cosa". La coalición que lidera Yolanda Díaz considera que la previsible derrota de este jueves no es buena señal, pero tampoco anticipa, necesariamente, que las cuentas no vayan a salir adelante. Y los dirigentes consultados aseguran que a Junts no le sale gratis infligir derrota tras derrota parlamentaria al Gobierno, al menos entre una parte de sus votantes.

Un miembro de la dirección de Sumar llama la atención, a este respecto, sobre el toque de atención que dio la semana pasada a Junts la Assemblea Nacional Catalana (ANC), la entidad independentista más próxima a las tesis de Puigdemont. La ANC calificó públicamente de "hecho gravísimo" que "Junts se oponga junto al PP a limitar el precio" del alquiler de temporada. Y en el seno de Sumar aseguran que entre los dirigentes del partido de Puigdemont hay debate sobre cuál debe ser su estrategia en relación al Gobierno durante el resto de la legislatura.

Precisamente para dar tiempo a que las aguas se calmen y a que esos debates fragüen, fuentes de Sumar aseguran que el Gobierno va a tomarse su tiempo para presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado negociado entre el PSOE y los de Yolanda Díaz.

Pese a que la Constitución señala que las cuentas deben presentarse al menos tres meses antes de la expiración de los anteriores, esto alguna vez se ha incumplido, por lo que el Gobierno lo podría volver a hacer para dejar más tiempo a Junts, que además celebra su congreso a finales de octubre.

Sumar, en cualquier caso, no considera que el apoyo de Junts sea irrecuperable. Y lo mismo creen socios como el PNV o EH Bildu. Este domingo, el portavoz de los primeros en el Congreso, Aitor Esteban, confesó que ve "muy complicado" que salga adelante el proyecto de cuentas para 2025, pero también afirmó que "no lo descartaría totalmente". Y su homóloga abertzale, Mertxe Aizpurua, afirmó el viernes que en negociaciones como las de Presupuestos "es fundamental ser optimistas, porque, si ya de antemano vas con una actitud apagada, seguro que no vas a conseguir nada".

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