España concluyó el martes un 2024 de pujanza económica. El país ha liderado el crecimiento entre los países ricos e incluso ha conseguido recuperarle algo del terreno perdido a la inflación. Aunque esto no ha sido así para todos. Los asalariados han sido capaces de darle un bocado a los precios tras un año de revalorizaciones salariales que han batido a la inflación. Como ocurre desde 2021, los pensionistas también han salido indemnes a la subida de los precios y los más humildes han ganado poder adquisitivo. En este contexto, los grandes perdedores en 2024 han vuelto a ser los funcionarios.
La subida salarial pactada por el Gobierno y los sindicatos este 2024 (2,5%) se ha quedado, de nuevo, por debajo del Índice de Precios de Consumo (IPC), que cerró el año con una subida del 2,8%. De hecho, los empleados públicos todavía tendrán que esperar a que el Gobierno apruebe en Consejo de Ministros el incremento del 0,5% que queda pendiente.
El acuerdo a tres años que firmaron los sindicatos con el Gobierno en 2022 ha provocado que los empleados públicos hayan perdido poder adquisitivo en los tres años de vigencia que ha tenido el mismo. Mientras que las subidas de precios registradas en 2022, 2023 y 2024 suman casi 15 puntos, el alza salarial pactada para este colectivo se ha quedado en 9,8 puntos en ese mismo periodo. En el caso de los empleados públicos llueve sobre mojado. Durante la gran recesión y la recuperación posterior, este sector vio congelado su salario durante varios ejercicios e incluso sufrió recortes en la nómina.
Una vez agotado el pacto salarial, sindicatos y Gobierno han empezado los contactos para negociar un nuevo marco de mejoras retributivas para los próximos años. Desde CSIF exigen al Ejecutivo un acuerdo que permita recuperar el poder adquisitivo perdido por este colectivo en los últimos años. Un sector en el que, también es cierto, los salarios son más elevados en promedio que en las actividades privadas.
Los salarios privados le dan un bocado al IPC
El 2024 ha concluido en general con buenas noticias para el resto de rentas del país. Los asalariados del sector privado (unos 15,1 millones de personas) han conseguido ganarle algo del terreno perdido a la inflación. Aunque los datos todavía no son definitivos, tanto las subidas salariales negociadas por convenio como los propios sueldos (medidos desde la perspectiva del coste salarial de las empresas) han batido a los precios.
En concreto, los incrementos retributivos pactados se situaron en un 3,1% de media, una cifra que es incluso superior (3,8%) en los convenios firmados el año pasado. En lo que respecta al coste salarial, los datos del INE reflejan una subida interanual promedio del 4,1% en el tercer trimestre del ejercicio pasado, una cifra similar a la que registran las estadísticas de bases medias de cotización de la Seguridad Social. A nivel sectorial, las actividades profesionales, científicas y técnicas (6,3%); sanidad y servicios sociales (6,2%) y las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (5,5%) registran las mayores alzas.
Dentro de la España asalariada, todavía está pendiente saber cuánto sube el salario mínimo interprofesional (SMI), una renta que cobran entre 2,3 y 2,5 millones de personas en el país. El Ministerio de Trabajo todavía tiene que negociar este punto con sindicatos y la patronal, pero ha garantizado que la subida batirá, como mínimo, a la inflación.
Las pensiones siguen blindadas
Después de los asalariados, el segundo colectivo de rentas más importante en España son los pensionistas, que una vez más verán como sus prestaciones se revalorizan lo mismo que la inflación. El año que viene habrá 11 millones de pensionistas del sistema contributivo y de Clases Pasivas que verán subir su mensualidad un 2,8%.
En algunos casos, los incrementos serán superiores. Por ejemplo, los 2,1 millones de pensionistas que cobran la prestación mínima verán revalorizada su renta un 6%, un incremento que puede alcanzar el 9% cuando hay cónyuge al cargo o viudedad con cargas familiares.
Las pensiones no contributivas, que perciben unas 450.000 personas en España, se revalorizarán también un 9% al igual que el ingreso mínimo vital (IMV), una prestación que llega, incluyendo el complemento a la infancia, a unos dos millones de españoles.
Pero dentro del sistema de subsidios, la mayor revalorización se la llevan los 250.000 trabajadores en paro que perciben ayudas al desempleo distintas de la de mayores de 52 años. En estos casos, tras la reforma aprobada por el Gobierno el año pasado, durante el primer año de prestación recibirán casi un 16% más que en 2023. La cruz dentro de este colectivo son los parados con subsidio mayores de 52 años, cuya ayuda mensual está vinculada al Iprem que este 2024 también ha permanecido congelado.
