España se queda sin Sora, la gran inteligencia artificial de OpenAI para generar vídeo

OpenAI, la empresa detrás de DALL·E 3 y ChatGPT, está atareada estos días. Si el pasado jueves lanzaba su nuevo plan de pago ‘ultrapremium’, ahora ha presentado Sora, su nuevo modelo de IA capaz de generar vídeos a partir de texto, pero España se ha quedado fuera de la lista de países donde estará disponible inicialmente, así como el resto de los miembros del Espacio Económico Europeo, Reino Unido y Suiza.

Esta decisión se debe “a las normativas de contenido local vigentes en ciertas regiones, que exigen medidas adicionales de cumplimiento”, informan desde OpenAI en un comunicado. Asimismo, afirman que están “trabajando activamente en estas cuestiones” y que proporcionarán “actualizaciones sobre su disponibilidad” en cuanto las tengan.

Europa es una región clave para la compañía, que reafirma su compromiso de colaborar estrechamente con los gobiernos y reguladores de la UE y de Reino Unido para poder ofrecer sus productos en estos mercados”, destacan desde OpenAI.

Al parecer, según Sam Altman, CEO de OpenAI, la demanda para acceder a Sora está siendo altísima.

¿Qué es Sora y cómo funciona?

El lanzamiento de Sora se enmarca en la iniciativa ‘12 Days of OpenAI’, una serie de anuncios y novedades que la compañía tiene previsto realizar en diciembre y que arrancó el pasado día 5 con la presentación de una actualización de su modelo o1 y un plan de pago de 200 dólares.

Esta tecnología, que promete revolucionar la creación de contenido audiovisual, permite a los usuarios convertir sus ideas en vídeos realistas con solo describir lo que desean ver. A diferencia de DALL·E, que genera imágenes, Sora se especializa en la generación de clips de vídeo. Según las primeras demostraciones de OpenAI, la herramienta es capaz de crear escenas dinámicas con transiciones fluidas, una capacidad que, hasta ahora, había sido uno de los grandes desafíos de la inteligencia artificial generativa.

Así, Sora puede generar vídeos con personajes, objetos y escenarios complejos, con un nivel de detalle y realismo sorprendente. Además, es capaz de animar imágenes estáticas, crear variaciones de un vídeo existente y producir secuencias con múltiples escenas que mantienen la coherencia narrativa.

Sora sirve “como base para la IA que comprende y simula la realidad, un paso importante hacia el desarrollo de modelos que puedan interactuar con el mundo físico”, explican desde OpenAI.

Este modelo de inteligencia artificial se presentó inicialmente a principios de este año y desde sus inicios generó reacciones muy positivas en el sector. Sin embargo, recientemente, un grupo de artistas filtró Sora como manera de quejarse ante el florecimiento de este tipo de tecnología, que pone en riesgo su profesión y su valor.

Otras compañías ya estaban generando vídeo con IA

Aunque Sora de OpenAI ha causado un gran impacto, no es el único jugador en el campo de la generación de vídeo con IA. VEO es la nueva y reciente propuesta de Google.

Esta herramienta, que se presenta como competidora de Sora de OpenAI y que se lanzó pocos días antes que esta —siguiendo una dinámica ya habitual de pisarse los talones entre ellas—, permite la creación de vídeos desde cero, aprovechando la experiencia previa de Google con otros modelos de vídeo generativo.

El enfoque de VEO se basa en la mejora de la comprensión de las escenas, la generación de imágenes de alta definición y la simulación de físicas realistas, todo con el objetivo de ofrecer videos de calidad cinematográfica. Su acceso inicial está restringido a creadores seleccionados, quienes pueden probar la herramienta a través de la función VideoFX, pero Google ha abierto una lista de espera para que otros usuarios puedan solicitar acceso anticipado.

Regulaciones, el gran obstáculo para Europa

La exclusión de España y el resto del Espacio Económico Europeo de esta primera fase de despliegue pone de manifiesto el creciente impacto de la regulación sobre la disponibilidad de herramientas de IA avanzadas.

La Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) y la futura Ley de Inteligencia Artificial de la UE obligan a las empresas a implementar medidas de transparencia, trazabilidad y control de riesgos.

Estas normativas, más estrictas que en otras regiones, están condicionando la llegada de nuevos servicios de IA al mercado europeo, como ha sucedido con Apple y con Meta.

En el caso de Sora, la generación de vídeo plantea desafíos adicionales, especialmente en lo relativo a los derechos de imagen, la creación de contenido potencialmente dañino y la posibilidad de producir vídeos deepfake. Este tipo de riesgos ya había sido señalado por organismos reguladores de la UE, que han advertido sobre la necesidad de contar con medidas preventivas en el uso de la IA generativa.

Este tipo de restricciones ya se vivieron con el lanzamiento de otros modelos de OpenAI. Por ejemplo, la función de generación de imágenes DALL·E 3 también tuvo limitaciones en algunos países europeos durante sus primeras semanas de despliegue. No obstante, con el paso del tiempo, la compañía fue ajustando sus modelos a las normativas locales para asegurar su disponibilidad.

Por ahora, los usuarios europeos interesados en probar Sora tendrán que esperar o tratar de usar trucos para acceder, como usar una VPN o a través de cuentas registradas en otros países, una práctica habitual cuando ocurren este tipo de restricciones.

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