El año pasado perdieron la vida en las carreteras españolas en accidentes de tráfico de noche 641 personas, esto es un 24,5% más de fallecimientos que diez años atrás en 2013, cuando hubo 515 decesos, según ha revelado el estudio 'Accidentalidad nocturna: riesgo, accidentalidad y percepción de los conductores españoles (2013 – 2023)', presentado este martes por Línea Directa.
Pero además es que la siniestralidad vial nocturna no solo es más letal que hace diez años, sino que es mucho más lesiva que en horas con luz. En concreto, la proporción de fallecimientos en accidente de tráfico escala un 55% de noche respecto a los accidentes durante el día. "De noche hay menos accidentes de tráfico, al haber menos desplazamientos, pero los que hay son más graves y con más fallecidos", ha explicado en la presentación del estudio Mar Garre, Directora General de la Fundación Línea Directa: "La noche agrava las consecuencias de los accidentes".
En concreto, en los últimos diez años ha habido 276.000 accidentes con heridos o muertes en horario nocturno, por 702.000 siniestros en horario diurno. El porcentaje de fallecimientos es del 1,1% en los diurnos y del 1,7% en los nocturnos. La proporción de heridos también es superior en siniestros cuando no hay luz del sol: 7,4% respecto a 6,7%.
Garre ha destacado que de los 6.500 fallecidos en accidentes ocurridos por la noche en los últimos diez años, 1.500 (uno de cada cuatro) fuera un peatón, y 1.300, uno de cada cinco, un motorista.
Con datos de siniestralidad de la DGT, el informe ha conseguido describir el accidente tipo que se produce por la noche en las carreteras españolas. El siniestro con víctimas más habitual lo sufre un hombre (son el 75% de los accidentados y el 86% de los fallecidos), con una edad media de 38 años, más de 20 años en posesión dle carné de conducir, circulando por una vía urbana, a bordo de un turismo con más de diez años de antigüedad y en un horario que o bien es al principio de la noche (54%) o en torno a las seis de la mañana (22%). Según el mismo informe, los fines de semana son más letales, sobre todo viernes y sábado, y los meses de noviembre y diciembre. Esto se explica, según los autores del informe, porque son los meses con más cantidad de horas nocturnas y coinciden con más desplazamientos debido a las celebraciones navideñas.
Por las noches, el accidente de tráfico más habitual es la colisión frontolateral (20%), por delante del alcance (17%) y del atropello (12%). Aunque mayoritariamente se producen siniestros con víctimas en vías urbanas, en las carreteras interurbanas convencionales, la gravedad se multiplica por cuatro.
Las causas que identifica el estudio para explicar la gravedad de estos siniestros son cuatro: la falta de visión, el deslumbramiento, el cansancio y la hipnosis de la carretera, una conducción por inercia en la que cualquier distracción o sorpresa produce un volantazo.
Los autores del informe desgranan que de noche se reduce el campo de visión en torno a un 20%, lo que implica una pérdida de detección a tiempo de señales y de la velocidad real a la que se circula. Señalan que un deslumbramiento de 4 segundos circulando a 90 kilómetros por hora hace perder cien metros el control de un vehículo, y destacan que la fatiga está detrás de entre el 15% y el 30% de los accidentes, que sin embargo normalmente tienen causas multifactoriales. Que comprenden el estado de la vía, pero también las condiciones del conductor.
Los tramos más peligrosos de España
El estudio dibujar un mapa de la accidentalidad nocturna por territorios en la última década. Navarra (5,8%), Castilla-La Mancha (5,1%) y Castilla y León (4,1%) son las regiones que registran una proporción de siniestralidad más elevada. En el lado contrario se encuentran la Comunidad de Madrid (1,1%), Cataluña (1,3%) y País Vasco (1,5%). La media nacional se sitúa en el 2,2%.
Asimismo, el estudio identifica los tramos más peligrosos para conducir de noche en España. Para ello, se han aislado tramos de 20 kilómetros en los que se hayan producido al menos 5 fallecidos durante la última década disponible (2013-2022) con el siguiente resultado: los tramos más peligrosos de España para conducir de noche lo encabezan la AP-7, en su paso por Tarragona (km 328-345, 18 fallecidos), la N-340, en Castellón (km 1028-1043, 13 fallecidos) y la A-7 en Málaga (km 167-177, 11 fallecidos), estos últimos tramos costeros y vacacionales.
Cabezadas y volantazos
La fundación de la aseguradora ha completado la información de su informe con una encuesta a 1.700 conductores sobre su percepción de los riesgos de la conducción nocturna. Según este trabajo, a los españoles les genera temor "la falta de visibilidad, el deslumbramiento y el sueño".
Así, cuatro de cada diez conductores admite que ha dado alguna cabezada en medio de una conducción nocturna y el 20% dice que por ello casi tiene un accidente. La inmensa mayoría, el 88%, reconoce que ha sufrido "deslumbramientos" por parte de otros vehículos, y un 6% responde con otro deslumbramiento. Además, el 25% de los peatones reconoce que también de noche ha cruzado "por sitios indebidos".
Los conductores consultados creen que mejorar la iluminación en las vías interurbanas (68%) y en los pasos de peatones (41%) mejoraría la situación. Pero además, el 37% prohibiría la circulación de ciclistas y el 24% las de peatones en estas vías convencionales en horario nocturno.
Por su parte, desde Línea Directa han lanzado varias recomendaciones para reducir los accidentes. Estas pasaría por tener el vehículo en buen estado, con lunas y faros sin roturas ni arañazos, vigilar las luces interiores para evitar despistes. En caso de deslumbramiento, retomar el control sin frenar bruscamente y dirigir la mirada al arcén. En caso de cansancio, evitar la madrugada en lo posible, descartar desplazamientos largos, ventilar bien el vehículo, conversar o ponerse música, y realizar las paradas de descanso cada 200km o dos horas.
Por último, desde la Fundación Línea Directa han pedido a los conductores "extremar las precauciones" en los meses de noviembre y diciembre, los más letales del año. Y recuerdan que el alcohol, las drogas y muchos fármacos son incompatibles con una correcta conducción.
