En la misma semana del 25N, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vuelve a abrir el melón sobre la abolición de la prostitución. En concreto, ha pedido a los grupos de izquierdas volver a abrir el debate parlamentario para votar esta propuesta socialista en la Cámara Baja a tan solo seis meses de que sus socios y el PP tumbasen la ley contra el proxenetismo. Es un asunto que también se debatirá a nivel interno en el partido el próximo fin de semana durante el Congreso Federal que se celebra en Sevilla, donde habrá una votación para promover la abolición, para expulsar del partido a cualquier cliente de prostitución y para que el colectivo LGTBI solo se denomine con esas siglas, sin añadir otras que a su juicio "implícitamente cuestionan la trayectoria feminista ilustrada del PSOE y dirigen al partido a guerras culturales que le alejan de la mayoría social".
Sánchez ha lanzado la propuesta durante su intervención en el congreso de UGT celebrado en Barcelona. "Es cierto que vamos a renovar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y que ayer fue el 20 aniversario de la aprobación de la ley integral contra la violencia de género, pero nos queda mucho por hacer, como abolir la prostitución. Pido a los grupos parlamentarios de izquierda que permitan el debate parlamentario sobre la abolición de la prostitución", ha señalado entre aplausos de los sindicalistas.
Si bien, solo han pasado seis meses desde que los socialistas se quedaron solos a la hora de dar luz verde a la tramitación de la ley contra el proxenetismo, que endurecía el castigo a proxenetas y preveía multas a puteros. Ni sus socios de Gobierno ni los de investidura respaldaron la iniciativa, al considerar que deja desprotegida a las mujeres en contextos de prostitución y, en aquel momento, a punto de celebrarse las elecciones europeas, consideraban que el PSOE la impulsaba con intereses electoralistas.
Con todo, desde Ferraz confirman que este debate tendrá mucho peso en el Congreso Federal ya que las feministas socialistas se movilizaron para presentar enmiendas al borrador de la ponencia marco, por lo que el partido tendrá que votar si una propuesta para expulsar el partido a las militantes que sean clientes de prostitución. También se han quejado por la falta de referencia a los vientres de alquiler en dicho documento, por lo que han registrado enmiendas para solicitar que se acabe definitivamente con esta forma de explotación de las mujeres.
En concreto, piden que se retire "con carácter inequívoco" la conocida como 'instrucción 2010', que permite "que personas españolas exploten reproductivamente a mujeres en el extranjero", entre otras medidas, como la mejora de la accesibilidad al aborto. También habrá controversia en lo relativo a la Le Trans, ya que las feministas socialistas no ven con buenos ojos que las personas mayores de 16 años puedan solicitar el cambio de sexo a través del Registro Civil.
Ley de reducción de la jornada laboral
En su intervención, Sánchez también ha aprovechado para pedir a la patronal que se siente con los sindicatos para "tener una ley de reducción de la jornada laboral en esta legislatura". Y también ha asegurado que esta legislatura impulsarán una ley de participación institucional que reconozca "el trabajo y la importancia para la estabilidad y la paz social de los agentes sociales".
Y Sánchez también ha querido lanzar un mensaje de optimismo al "mundo progresista" al tiempo que ha criticado los "ataques" que sufren en lo "personal y lo político" con el único objetivo de "hacernos desistir", tanto a los grupos de izquierdas como a los sindicatos. "Yo creo que en un momento como el actual, donde estamos demostrando con hechos verdades palmarias y que las políticas progresistas son en defensa de la mayoría social, yo me siento orgulloso de ser militante de UGT y de ser secretario general del PSOE", ha manifestado.
"Tenemos que estar orgullosos de estos seis años pese al ruido infame de la derecha, que ha renunciado a un debate legítimo", ha pronunciado Sánchez, que ha insistido en que su intención es agotar la legislatura y ganar las elecciones en 2027 y ha asegurado que es "posible" frenar "la ola reaccionaria" con un Gobierno en coalición y minoría parlamentaria.