El 16 de octubre, el Tribunal Supremo designó al instructor Ángel Hurtado para investigar si el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, habían revelado información confidencial relativa al novio de Isabel Díaz Ayuso a los medios de comunicación. La encomienda de la Sala de lo Penal era compleja, dada la protección del secreto profesional de los periodistas que publicaron la información. Pero el instructor decidió ordenar el volcado de los teléfonos móviles de los dos imputados. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ya ha analizado los mensajes intervenidos a Rodríguez, que frase a frase revelan como se gestó la presunta filtración.
"Socorro, ¿esto es nuestro?"
El día 12 de marzo, un minuto después de las seis en punto de la mañana, Eldiario.es publicó una noticia publicada de la siguiente manera: "La pareja de Ayuso defraudó 350.951 euros a Hacienda con una trama de facturas falsas y empresas pantalla". La pieza periodística relataba los detalles de una denuncia que la Fiscalía había presentado contra Alberto González Amador, la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Incluía, tal y como explica la UCO, "datos concretos" de la denuncia, que aún no había llegado a manos del abogado de González Amador.
Al ver la noticia, el director de comunicación de la Fiscalía de Madrid le mandó un mensaje a la fiscal jefa, Pilar Rodríguez. "Socorro, ¿esto es nuestro?", le preguntó. "Sí, claro. Di cuenta la semana pasada", contestó Rodríguez.
"Almudena estaba muy enfadada con FGE"
La UCO concluye, a raíz de la lectura de los mensajes intervenidos, que fue la Fiscalía quien filtró esa información. La fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, escribió a mediodía a Pilar Rodríguez para enviarle un post que había publicado Ayuso en la red social X. "La Fiscalía Provincial de Madrid la preside una señora que fue directora general en el Ministerio de Justicia con Zapatero", reza el mensaje de la presidenta, que Lastra envía a Rodríguez junto con un: "Mira..."
"¡Qué zafiedad!", respondió la fiscal jefe, que recibió esa misma publicación a través del fiscal general del Estado. A partir de ese momento, según reflejan diversos mensajes, Pilar Rodríguez aboga por el perfil bajo. "No quiero alimentar a la bestia", le cuenta a la fiscal de Sala jefa de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, Ana Isabel García. A García también le cuenta, ya en la noche del día 12 de marzo, que ha estado trabajando y ha tenido una reunión con Almudena Lastra. "Estaba muy enfadada con FGE [la Fiscalía General del Estado] por la filtración de lo del novio de Ayuso".
"Lo necesitamos para cerrar el círculo"
El 13 de marzo a las 21.29 horas, El Mundo publica una noticia en la que se dice que la Fiscalía Provincial de Madrid ha ofrecido un pacto al novio de Isabel Díaz Ayuso para eximirle de una eventual pena de prisión a cambio del pago de una determinada cuantía. La noticia hace cundir el pánico en la Fiscalía, entre otras cosas porque había sido el abogado de Alberto González Amador el que había solicitado alcanzar un acuerdo, no el fiscal Julián Salto.
El fiscal general del Estado tarda no más de cinco minutos en llamar a Pilar Rodríguez y ponerse en marcha para conseguir todos los correos intercambiados entre Salto y el abogado de González Amador. A las 21.54, la fiscal jefe le pregunta a García Ortiz: "¿A qué correo te mando los correos cruzados de Julián y el abogado?". Cuando el fiscal general le da una dirección, esta le envía dos mails. Uno de ellos tiene "mayor interés para la investigación" porque es el que acaba filtrado a La Cadena Ser, indica la UCO.
Una vez Almudena Lastra y García Ortiz tienen los mails, Rodríguez escribe a Salto, a quien le informa de esto último y le dice que son "del todo correctos". Julián Salto había salido de un partido de fútbol que estaba viendo en un estadio madrileño para remitir esos correos, algo por lo que más adelante Rodríguez le pidió disculpas. Con todo, pasadas las once de la noche, García Ortiz escribe de nuevo a Rodríguez: "Nos falta el mail que el 5 de marzo le manda Julián al abogado".
Se reactiva entonces la cadena de mensajes a través de los que Pilar Rodríguez trata de lograr el correo señalado por su superior jerárquico, que está impaciente y le escribe de nuevo: "En cuanto los tengas. Lo necesitamos para cerrar el círculo".
"Un poquito de cianuro"
La noche continúa, los correos se filtran a las 23.51 y, ya en la madrugada del día 14 de marzo, las conversaciones cambian de dirección. Ahora, el fiscal general está preocupado por terminar la nota de prensa que se publicaría a la mañana siguiente. En torno a las 00.14 horas, le envía la nota a Pilar Rodríguez y le pide que lo revisen tanto ella como la fiscal decana de la sección de Delitos Económicos de Madrid, Virna Alonso.
"Las dos pensamos que está perfecta", le escribe al poco Pilar Rodríguez, que un minuto después añade: "Aunque dan ganas de incorporar un poco de cianuro".
"Dale las gracias a Virna, a Julián (y un abrazo por soportar esto) y sobre todo a ti", zanja el fiscal general del Estado. Pilar Rodríguez, diligente, no tarda más que tres minutos en enviarle el mismo mensaje tanto a Virna Alonso como a Julián Salto: "El FGE [fiscal general del Estado] me pide que os transmita su agradecimiento".
Todas estas conversaciones, que a ojos de la UCO revelan la "participación preeminente" de Álvaro García Ortiz en la filtración que investiga el juez Ángel Hurtado, han supuesto un avance importante en la incipiente investigación. No obstante, la Guardia Civil aún debe analizar el contenido de los dispositivos de García Ortiz, realizar el correspondiente informe y trasladarlo al Tribunal Supremo.
