Los españoles que ya han superado los cincuenta son felices. Así podría afirmarse si ese estado de ánimo tiene que ver con la ausencia de problemas de salud o económicos y con que el amor esté muy presente en sus vidas. El último barómetro sénior de la Fundación Mapfre ha estudiado cómo son los más de 16 millones de españoles mayores de 55 años que suponen una de cada tres personas de nuestro país. Agárrense que hay curvas, a la vista de los hallazgos.
Los resultados muestran un grupo de edad sin preocupaciones económicas (58%) que además confía en que su bienestar no empeorará (73%) y eso permite que más de 8 millones de séniores –la mitad del colectivo– ahorren todos los meses. También una mayoría aplastante (80%) cuida su alimentación o hace ejercicio físico (58%), lo que da sentido a que apenas visiten el médico, en concreto casi ocho de cada diez van menos de una vez por mes.
Tener resueltos estos temas es importante, pero muchas veces no garantiza la felicidad, en cambio querer y sentirse querido aparece siempre en cualquier estudio como uno de los elementos para una vida plena. Y los españoles mayores responden masivamente (84%) que están enamorados. Casi diez millones de españoles beben los vientos por su pareja, sienten esas mariposas en el estómago y, conforme a este barómetro, algo más. Porque el estudio les ha preguntado por su vida sexual, algo tabú hasta ahora. De hecho, conviene recordar que hasta hace poco la estadística oficial de hábitos familiares dejaba de preguntar por la vida íntima a las cohortes que superaban los sesenta años.
Pues bien, los séniores defienden (63%) que el sexo es clave para una buena calidad de vida; la mitad de ellos están satisfechos con su vida sexual… de lo que se infiere que a unos cuantos millones de canosos les gustaría algo más de actividad sexual. Así que, también teniendo en cuenta que con la edad se pierde el deseo (57%), algunos de ellos, cientos de miles, se han lanzados o bien a la botica para mejorar sus relaciones o bien a plataformas de citas en internet para encontrar una pareja para ese sexo que añoran. Que nadie piense que en un grupo tan amplio como los séniores esto solo sucede en los más jóvenes de ellos, es decir, en los que tienen cincuenta o sesenta, porque los porcentajes mencionados se mantienen muy altos también en los septuagenarios e incluso en los que están en los ochenta o más.
La única diferencia aparece en el género. Y es que los hombres séniores son más enamoradizos que ellas, dan mucha más importancia al sexo que las mujeres (74% frente a 53%) y les gustan mucho más las pastillas para mejorar su vida íntima. No obstante, las séniores que utilizan las aplicaciones para ligar son nada más y nada menos que el doble que los hombres.
Ahora, después de leer estos datos, por favor, a quitarse esos clichés absurdos sobre la edad y a redescubrir a todos esos séniores que tenemos delante.