El mercado laboral empieza a dar señales de agotamiento tras un verano en el que el empleo no ha podido mantener el fuerte ritmo de crecimiento que se vio en la primera mitad del año. Así, mientras que la afiliación a la Seguridad Social creció a un ritmo del 0,8% durante los dos primeros trimestres del año (eliminando de la ecuación los efectos estacionales y de calendario), la velocidad se ha frenado al 0,3% en el periodo de julio hasta la primera quincena de septiembre
Este es el diagnóstico que dibujan analistas de Fedea y BBVA Research en la última edición del Observatorio trimestral del mercado de trabajo, que ha sido difundido este jueves. Las conclusiones del documento son coherentes con lo que apuntaba el Banco de España en sus proyecciones macroeconómicas publicadas el pasado martes.
La velocidad a la que crece la afiliación se está frenando, especialmente en sectores como la industria o los servicios de no mercado (como son la sanidad o la educación...). En cambio, sigue fuerte en actividades ligadas al turismo, como el transporte y la hostelería o en la construcción.
Esta ralentización en el mercado laboral se podría traducir en un menor crecimiento económico en la segunda mitad del año. A falta de que se publiquen los datos de PIB del tercer trimestre (llegarán a finales de octubre), el Banco de España apuesta porque el Producto Interior Bruto habrá crecido un 0,6% en ese trimestre, dos décimas por debajo del ritmo del 0,8% que ha sido la norma en lo que llevamos de 2024.
No obstante lo anterior, los analistas cuentan con que el empleo seguirá avanzando durante lo que resta de año y el próximo, aunque lo haga más despacio que hasta ahora. En consecuencia, prevén también que la tasa de paro siga reduciéndose, aunque se mantendrá en niveles todavía elevados en comparación con el promedio europeo.
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