"Amigos, ha llegado el momento que llevo esperando toda la vida. Voy a viajar al espacio. Se producirá el lanzamiento de la nave New Shepard de la compañía espacial Blue Origin. Y yo formo parte de su tripulación. No puedo estar más feliz y emocionado". Con estas palabras, Jesús Calleja anunciaba la que, como asegura, es la mayor aventura de su vida. El presentador de Volando Voy pone rumbo al espacio, con todo lo que eso supone: una ardua preparación y unas posibles consecuencias físicas.
Durante un viaje fuera de la Tierra, el ser humano puede experimentar ciertos cambios en su cuerpo. Aunque los efectos más significativos se suele dar a partir de una estancia prolongada en el espacio (atrofia muscular y el deterioro del esqueleto humano) y, en el caso de Jesús Calleja, el trayecto será de ida y vuelta y a penas durará 11 minutos, vivirá en sus propias carnes el estado de ingravidez con lo que eso conlleva.
La gravedad cero tiene ciertos efectos en la salud. De hecho, la astronauta Sara García revelaba recientemente que aquellos que están en el espacio tienden a envejecer mucho más rápido. Incluso, desvelaba que los astronautas experimentan un ligero crecimiento en su altura debido a que la falta de gravedad expande el líquido presente entre las vértebras, pudiendo los tripulantes crecer hasta 12 centímetros más.
Los efectos secundarios del viaje de Jesús Calleja
Nada de esto se prevé que le pasé al presentador, puesto que su viaje será de ida y vuelta y apenas durará unos minutos. Sin embargo, un empresario portugués que hizo un viaje muy parecido recientemente y que ha tenido oportunidad de hablar con Calleja momentos antes de partir, revelaba lo que sí podría experimentar el castellanoleonés.
En una entrevista con el comunicador, Mario Ferreira, que tuvo oportunidad de viajar al espacio, detallaba lo que sintió cuando llegó a la Tierra. "Pierdes la noción del tiempo y estás eufórico. Termina muy deprisa. Estar en el espacio es un momento que va a quedarte para toda la vida", aseguraba. "Vas a escuchar un ruido muy alto, el de los paracaídas [...] Se siente una emoción de adrenalina", comentaba el empresario.
Más allá de la evidente emoción que suponga esta aventura para Jesús Calleja, también podría tener efectos físicos, tal y como explica Ferreira. "Cuando volví, durante un mes, todos los días, tenía sueños que, al despertarme y recordarlos, me hacían estar cansado. Pero todo eran sueños buenos, nada malo". Eso sí, al aterrizar, pidió a sus familiares y amigos que le recibieran de una forma tranquila, pues en la fase de aterrizaje se viven unos minutos "fuertes y violentos para el organismo" que pueden causar cierta desorientación, mareo o confusión.
Para esta travesía, el aventurero no ha dudado en prepararse a fondo con un entrenamiento a conciencia: pruebas de resistencia en gravedad cero y un riguroso proceso de adaptación psicológica para "gestionar el miedo que es algo muy relevante en la vida porque no te hace cometer equivocaciones", comentaba el propio Calleja antes de partir.
