Un 9 de agosto de 2007 se hizo oficial el fichaje de Royston Drenthe por el Real Madrid. Llegaba al Bernabéu como una de las grandes promesas del fútbol holandés, pero tres años, 65 partidos y cuatro goles después, se fue por la puerta de atrás para recalar en Hércules y Everton como cedido antes de desvincularse por completo de la entidad madridista. Ahora, el exjugador ha recordado su etapa en la capital.
"A mi me gustaba mucho la vida, el tema profesional no era lo único en lo que me centré en el Madrid", ha confesado en The Wild Project. "Era una combinación explosiva porque si estás jugando a un nivel más bajo y saben que sales de fiesta la gente no te trata bien", ha explicado, al mismo tiempo que ha recordado que eso no era un problema para él en su ciudad natal. "Sabían que aunque estuviese de fiesta, luego lo iba a hacer bien en el campo".
El que fuese delantero de Reading o Sheffield Wednesday en Inglaterra ha reconocido que guarda "un gran recuerdo de Madrid", y ha asegurado que allí, "si ganabas, ibas luego a cenar, y si no también". "Había mucha fiesta, mucho ocio y mucha vida", ha añadido, aunque dejando claro que nunca salía "antes de un partido" pero sí "dos o tres días antes".
"No tenía la capacidad para pensar 'son semanas muy importantes, no puedo salir de fiesta', y si Guti me invitaba, ya sí que no podía decir que no. Hay veces que he ido a entrenar de empalme, directamente después de salir de fiesta, pero no era muy duro porque si era después de un partido, los que habíamos jugado teníamos una sesión menos dura que los que no habían jugado, íbamos al jacuzzi o hacíamos un entrenamiento más flojo y se sobrellevaba. Sí que es verdad que a veces he llegado tan borracho que me costaba aguantar. A veces estaba como un zombie y me tenía que esconder del míster para que no lo notara", ha revelado.
Drenthe también ha desvelado que montaba fiestas en su casa y ha señalado a Gonzalo Higuaín como "el más fiestero", así como que "Guti también solía venir", mientras que ha apuntado que "Cristiano era diferente, nunca vino". El neerlandés, además, ha confesado el consejo que se daría a sí mismo entonces: "A mi yo de esa edad le diría que si bebes alcohol no puedes jugar al fútbol, cuando tenía 25 no entendía que con 30 años iba a ser peor jugador por salir de fiesta todo lo que salía".