El Atlético de Madrid vivió este domingo una noche mágica en el Metropolitano con la remontada ante el Sevilla. Pasó de ir 1-3 a falta de media hora a ganar 4-3 el encuentro en los minutos finales. Sin embargo, no fue todo felicidad en el feudo rojiblanco, donde el Frente Atlético decidió una vez más mantener su huelga de animación, una actitud que no gustó nada a Simeone y Griezmann.
Los ultras del conjunto colchonero se mantuvieron callados en gran parte del partido, motivados por la sanción que el fondo sur recibió tras el lanzamiento de mecheros a Thibaut Courtois en el derbi. El club decidió imponer como castigo cinco duelos a domicilio sin entradas para sus miembros, además del encuentro cuya grada permaneció cerrada.
El silencio del Frente Atlético frente al Sevilla fue notable en el Metropolitano y Simeone lo condenó. Con el segundo 1-2 del conjunto hispalense ya en el marcador, el entrenador rojiblanco se quedó aproximadamente un minuto mirando fijamente hacia el Fondo Sur, mostrando así su descontento con la idea de no animar a los suyos.
Tras la mirada del técnico argentino, desde el Frente Atlético se gritó "no, no, no". Simeone se retiró hacia el banquillo e inmediatamente después se comenzó a cantar en contra de Miguel Ángel Gil.
Al término del partido, en cuyos minutos finales el Cholo hizo sus clásicos aspavientos para pedir el apoyo de la grada, el entrenador habló sobre el silencio del Frente Atlético: "Entiendo que la mejor manera de ser nosotros es estar todos juntos en el mismo camino".
A esa crítica se sumó Antoine Griezmann. "Nos faltó el apoyo de los que están detrás de la portería, que normalmente nos empujan y nos cuesta menos. Les echamos de menos", afirmó el francés, autor de dos de los tantos de la remontada rojiblanca.
