Quién se hará con el poder en Siria: estos son los grupos insurgentes que quieren tener influencia tras la caída de Al Asad

En apenas 11 días de ofensiva relámpago, los rebeldes sirios tomaron Damasco y pusieron fin a más de 50 años de régimen baazista, obligando a Bashar al-Asad a huir del país. Tras 13 años de una cruenta guerra civil en Siria, la población celebra el final del régimen de Al Asad, pero el futuro del país sigue siendo incierto: se sabe que el traspaso del poder será pacífico, pero los expertos destacan a la BBC que la oposición contra Bashar al-Asad fue "el pegamento" que unió a la "coalición de facto" integrada por diferentes y diversos grupos insurgentes.

Hay muchos interrogantes sobre la forma que tendrá el nuevo estado sirio, pero ¿quién tomará el poder? Por el momento, el primer ministro Mohammad Ghazi al-Jalali acordó con los rebeldes de Hayat Tahrir al-Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante en español); el grupo mayoritario de insurgentes que ha tomado la capital siria, la transición pacífica del poder.

Pero el gran temor es que después se produzca una ruptura de la unidad de los rebeldes: muchos actores con diferentes prioridades que han confluido contra Al Asad y que ahora podrían luchar por el poder.

Organización para la Liberación del Levante (Hayat Tahrir al-Sham)

Son el mayor grupo insurgente de Siria y quienes han liderado la ofensiva relámpago que ha precipitado el fin de Bashar al-Asad. Atrincherados en el noroeste del país, consiguieron capturar Alepo, la ciudad más grande de Siria, y avanzar sin resistencia hacia Hama, Homs y finalmente Damasco.

El HTS nació como filial de Al Qaeda y está considerado una organización terrorista por EEUU y Naciones Unidas. En los últimos años, afirman haber cortado todos sus vínculos con el yihadismo para promover la formación de un Gobierno civil en Siria y en la acción militar contra Al Asad.

Su líder, Abu Mohamed al Jolani, fue designado en 2011 por el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, para liderar la filial de Al Qaeda en Siria, el Frente Nusra, que acabaría convirtiéndose en el HTS, desvinculándose de la organización yihadista.

Al Jolani y el HTS han sido los actores principales que han precipitado la caída de Al Asad, y jugarán un papel clave en el destino del poder en Siria.

Ejército Nacional Sirio, respaldados por Turquía

También conocido como Frente Nacional para la Liberaión, el SNA (por sus siglas en inglés) ha funcionado como una coalición de fuerzas paramilitares contrarias a Al Asad y han contribuido junto al HTS a la caída del régimen baazista. Respaldados por Turquía, el SNA no es heterogéneo: en él militan soldados árabes sirios, desertores kurdos y otros opositores de Al Asad.

Si bien la guerra contra Al Asad los ha mantenido unidos, no es descartable que esta milicia, atrincherados en el norte del país, vuelvan a enfrentarse a HTS por mantener el control en sus áreas de influencia.

Además, el SNA tiene otros objetivos, como la lucha contra las milicias kurdas: se cree que podrían aprovechar el vacío de poder para crear una zona de seguridad junto a la frontera para mantener alejados a los combatientes kurdos del territorio turco.

Milicias kurdas

Atrincherados en una gran extensión territorial al norte y noroeste de Siria, las milicias kurdas han mantenido durante décadas numerosos frentes abiertos: contra el gobierno de Damasco, contra Turquía, contra el SNA...

Desde 2015, las milicias kurdas se estructuran en torno a las Fuerzas Democráticas Sirias, una organización paramilitar originalmente apoyada por EEUU para luchar contra el Estado Islámico.

Su objetivo es consolidar una Siria democrática y mantener la autonomía de facto de la región de Rojava, el "Kurdistán sirio" situada al norte del país ante el nuevo escenario que afronta el país.

Estado Islámico y diferentes grupos insurgentes

La ofensiva relámpago de los rebeldes sirios hacia Damasco ha reactivado en los últimos días diferentes grupos y zonas insurgentes que ahora tratarán de consolidar su poder y sus esferas de influencia, intentando jugar su papel en la formación del nuevo estado sirio.

Por su parte, el Estado Islámico ha resurgido en las zonas del desierto sirio donde permanecía aislado y descentralizado. Debilitado desde 2019, la organización yihadista podría intentar aprovechar el vacío de poder para resurgir y consolidarse. De hecho, Estados Unidos bombardeó este domingo 75 objetivos del ISIS en territorio sirio para prevenir movimientos de la milicia yihadista tras la caída de al Asad.

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