Díaz aparca la estrategia de no hacer "ruido" y eleva el tono contra el PSOE para marcar perfil ante Sánchez

Cambio de táctica de Sumar con respecto a su relación con el PSOE. Ambas formaciones llevan semanas protagonizando un choque por la puesta en marcha de la reducción de la jornada laboral a 37 horas y media, y en los últimos días la pugna se ha agudizado porque la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha dado un paso adelante y ha abandonado su habitual estrategia de no hacer "ruido" para cargar con dureza contra los socialistas. El cambio de tono, además, se produce en un momento en el que Sumar se encuentra en un muy mal momento y Díaz está maniobrando para tratar de recuperar algo de oxígeno.

La semana pasada, Díaz acusó al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, de ser "casi una mala persona" por retrasar el inicio de la tramitación de la reducción de la jornada laboral. Y, este miércoles, la vicepresidenta redobló la apuesta e insistió en que el PSOE "debe decirle a los trabajadores españoles de qué lado está", además de asegurar que Economía ha "vetado" por escrito que la medida se debatiera en el pasado Consejo de Ministros, algo que ese departamento negó minutos después acusando a Díaz de hacer afirmaciones "falsas".

No es habitual que la vicepresidenta critique públicamente al PSOE con tanta dureza. Díaz lleva años defendiendo que las diferencias de la coalición de Gobierno deben dirimirse en privado, y uno de los pilares sobre los que ha cimentado su imagen pública es precisamente la defensa de la "discreción" en las negociaciones y su rechazo del "ruido" que suponen, a su juicio, las discusiones entre los socios del Ejecutivo. Por el contrario, este martes acusó al PSOE de abanderar una "política basada en promesas incumplidas", y aseguró que ella "no engaña" a nadie.

Lejos de ser un desliz de una entrevista tensa, estas declaraciones se suman a las duras críticas a Cuerpo de la semana pasada y también al anuncio que realizó Sumar este mismo martes, cuando comunicó que Díaz se embarcará en una ruta de actos por España entre enero y marzo. Oficialmente, esa gira servirá para presentar el acuerdo con los sindicatos para la reducción de la jornada. Pero los actos no estarán presididos por los logotipos y la imagen corporativa del Ministerio de Trabajo, sino por los de Sumar, lo que es buena muestra de la necesidad de la vicepresidenta de reivindicar su marca frente al PSOE.

Y es que fuentes de la coalición Sumar barruntan que este repentino cambio de estrategia con respecto a los socialistas no responde solo a la presión que Díaz quiere poner sobre el PSOE para iniciar ya la tramitación de la reducción de la jornada laboral. Estas fuentes consideran que la vicepresidenta está tratando de ganar perfil propio ante el espacio cada vez más reducido de Sumar dentro del Gobierno y de la propia Díaz como líder de un espacio que ha encadenado batacazo electoral tras batacazo electoral en el último año. Torcer el brazo al PSOE en lo relativo a la jornada laboral permitiría a la dirigente apuntarse un tanto con el que justificar el papel de Sumar en el Ejecutivo durante esta legislatura, pero lo contrario dejaría su liderazgo en una situación inmensamente precaria.

Moncloa cree que Díaz está "en el relato"

Al igual que fuentes de la coalición de Sumar, desde el PSOE también creen que Díaz está intentando ganar perfil con la reducción de la jornada. Afirman que la intención del Gobierno es aprobarla, "no hay nadie que no quiera impulsarla", aseguran fuentes gubernamentales. Para ello, insisten en que hacen falta los votos de sus socios. "No se trata de anunciar, se trata de hacerlo. No tenemos mayoría para sacar un texto legal que no esté consensuado", remachan, poniendo el foco en que no creen que en este momento puedan superar un debate a la totalidad si la norma comienza la tramitación en el Congreso.

Por ello, Cuerpo abogaba por pactar con los empresarios dentro del diálogo social, lo que al final no fue posible, sostienen fuentes gubernamentales, que insisten en que esa era la fórmula para "lograr el equilibrio" porque ya no habría que hacer más esfuerzos para negociar con Junts y PNV, que creen que apoyarían sin mucho debate la medida.

"El PSOE está por que la política realmente pueda servir de algo, no estamos en el relato", replican. Con todo, creen que habrá margen para aprobar la reducción de la jornada laboral, aunque esperan que el asunto no se polarice porque, si ocurre como con el decreto energético, será muy complicado llegar a un consenso. "La reducción es un objetivo prioritario", zanjan los socialistas.

Unas palabras en las que insistió Cuerpo, que asegura que si bien es una "prioridad absoluta" para su departamento, quiere hacerlo con "todas las garantías necesarias". "Queremos que sea una realidad lo antes posible y para eso tenemos que trabajar teniendo en cuenta todas las realidades que tenemos: las realidades de nuestra economía, las realidades de nuestras empresas, pero también, por supuesto, la realidad parlamentaria", señaló este miércoles el ministro, que coincidió con Yolanda Díaz en el acto para celebrar el cincuentenario de la muerte del dictador Francisco Franco.

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