Una de acuerdo y otra de discrepancia. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, coincide con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en que hay margen para "seguir subiendo" el salario mínimo interprofesional (SMI), pero considera que todavía es necesario alcanzar un acuerdo parlamentario y tener en cuenta las circunstancias concretas de distintos sectores económicos, en especial las pymes, para poder sacar adelante la reducción de jornada a las 37,5 horas semanales que su compañera de Gobierno quiere ver implantada ya en 2025.
Cuerpo ha estrenado este miércoles las comparecencias públicas por parte del Gobierno en este año nuevo con una entrevista en la Cadena Ser en la que ha se ha alineado con la propuesta que estudia el Ministerio de Trabajo para subir el SMI alrededor de un 4%, para situarlo en la que ha asegurado que debe ser la referencia para los sueldos más bajos, el 60% del salario medio en España.
"Se pude seguir subiendo, esforzándonos para converger al 60% del salario medio porque es un resumen de cómo va la evolución de la economía" y al que tienen que aspirar "los trabajadores que tienen menor capacidad de negociación y menores salarios".
En lo que no se ha mostrado tan de acuerdo con Díaz es en la reducción de la jornada laboral. La ministra de Trabajo quiere que sea una realidad este 2025 pero el titular de Economía ha puesto el freno, porque afirma que el Gobierno de momento no tiene los apoyos suficientes para sacarlo adelante en el Congreso y porque esta regulación tiene que tener en cuenta las necesidades de determinados sectores y especialmente las pymes, donde no todos los trabajadores pueden reducir las horas de trabajo, desde un "promedio" actual de 38,1 a la semana hasta las 37,5.
Cuerpo, que ha evitado decir cuándo podría ser una realidad la reducción de jornada, ha pedido un "texto equilibrado" y consciente "del peso muy importante de las pymes y también de la distinta casuística de sectores y trabajadores". También ha plantead que haya "planes de acompañamiento a las empresas" para que puedan "digerir" este cambio, por ejemplo, para ayudarles a "subir la productividad" de manera que sus trabajadores puedan "ir reduciendo jornada laboral".
Crecimiento disparado e inflación contenida
En este inicio de año, Cuerpo ha trasladado las buenas expectativas sobre el comportamiento de la economía, en 2024 y de cara a 2025, que se refleja en el crecimiento del PIB y en la bajada de la inflación, que ya se encuentra en el entorno del 2%, el umbral que consagra el Banco Central Europeo (BCE) y al que se ha llegado desde "precios por encima del 10%" y "en algunos casos muy por encima", ha dicho, en alusión directa al aceite de oliva, cuyo precio "en estos momentos está cayendo".
"Esta evolución de los precio favorable", ha dicho Cuerpo, tiene "dos consecuencias muy positivas". "Alivia el bolsillo porque la cesta de la compra es más asequible" y "está permitiendo que el BCE baje los tipos de interés", lo que beneficia a los ciudadanos con hipotecas de tipo variable.
Sobre el crecimiento económico y a la espera de que se confirme el dato del último trimestre de 2024 -en el que también se verá cómo afectó la DANA de Valencia a la economía- el ministro de Economía ha anticipado que el año pasado cerró con un aumento de entre el 3,1 y 3,2 del PIB, una cifra que ha dicho que supone un 40% del crecimiento en toda la eurozona -de un exiguo 0,8%- y que permitirá arrancar 2025 con uno del 1,2%, lo que hace presagiar que las previsiones del Gobierno de que este año España crecerá un 2,4% han sido "prudentes".
Cuerpo ha hablado de "un crecimiento fuerte y robusto" y también "sostenible, por que es equilibrado" y, aunque como todo el Gobierno, querría ver que en 2025 hay nuevos Presupuestos Generales del Estado, aunque también ha recordado que el buen dato económico de 2024 se ha logrado con las Cuentas de 2023 prorrogadas. "Vamos a poner sobre la mesa un proyecto de Presupuestos y vamos a sudar la camiseta", ha aseverado.
Impuesto energético aún en el aire
Según ha dicho, el aumento de recaudación -tres décimas- para reducir déficit ya está implícito en la reforma fiscal que se aprobó en noviembre y de la que quedó pendiente extender más allá de 2024 el impuesto a las energéticas, para el que el Gobierno aprobó la semana pasada un decreto ley para mantenerlo en 2025 y para el que de momento no tiene los apoyos suficientes en el Congreso, con Podemos y demás grupos de izquierda tirando a favor y el PP, PNV o Junts, en contra.
En este contexto, Cuerpo ha apuntado que el Gobierno "ha cumplido su compromiso" de aprobar ese decreto, sin entrar en si será convalidado en el Congreso o si, en caso de que no sea así, el Ejecutivo volvería a intentarlo de otra manera. "Vamos a ver si es posible llegar al acuerdo con suficientes grupos parlamentarios", se ha limitado a apuntar.