Este domingo se cumple una semana de la llegada del opositor venezolano Edmundo González Urrutia a España, y en apenas seis días se ha desatado una crisis internacional con Venezuela, la bronca entre PP y PSOE ha marcado la agenda política a nivel nacional y en breve dará el salto al escenario europeo.
Este viernes, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha arremetido contra Pedro Sánchez después de que el Congreso, a iniciativa de los populares, haya reconocido a Edmundo González como legítimo presidente electo de Venezuela, y el Ejecutivo no haga lo propio.
A juicio del líder de la oposición, Sánchez "ha desoído el mandato del Congreso" y está dando "un pésimo ejemplo a la comunidad internacional".
"Lamento profundamente que España no defienda la democracia en Venezuela y lamento profundamente que nuestras relaciones históricas, culturales y de hermandad que hemos mantenido con las naciones hispanoamericanas se quiebre por intereses ideológicos, políticos o económicos del Gobierno socialista español", ha dicho Feijóo este viernes en Atenas, donde se ha reunido con el presidente griego.
El PP ha arropado a Edmundo González desde su llegada a España y este viernes, fue el expresidente Mario Rajoy el que mantuvo una reunión con el líder opositor venezolano. En ella, Rajoy ha mostrado su apoyo al político latinoamericano y ha escenificado su reconocimiento.
El Gobierno de Sánchez tiene una patata caliente en las manos con el asunto de Venezuela, y prueba de ello es la tensión surgida con Caracas después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, calificara este jueves de "dictadura" al régimen de Maduro, afirmación que su compañero en Exteriores, José Manuel Albares, se ha apresurado en no respaldar.
"El ministro de Asuntos Exteriores no es un catedrático de Derecho Constitucional ni un politólogo, por lo que no podemos poner calificativos", ha dicho Albares para justificar su no empleo de la palabra dictadura. Precisamente, que Robles lo hiciera sirvió para que el régimen de Maduro haya convocado al embajador de España en Caracas, Ramón Santos, ante lo que el Gobierno venezolano considera "insolentes, injerencistas y groseras declaraciones".
A este respecto, Albares ha tratado de desinflamar la crisis y ha eludido manifestarse sobre la acción del Gobierno de Maduro: "Es una decisión soberana de cada Estado, y, por lo tanto, no hay nada que comentar", ha dicho.
Además, la embajadora venezolana en Madrid, Gladys Gutiérrez, ha abandonado España tras ser llamada a consultas el jueves por el Gobierno de Nicolás Maduro.
Esta variedad de pareceres en el seno del PSOE la ha aprovechado este viernes Cayetana Álvarez de Toledo para echar más gasolina al fuego. La portavoz adjunta del PP en el Congreso ha retado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a que tenga "la misma valentía que su ministra de Defensa, Margarita Robles" y califique de "dictadura" al régimen comunista de Venezuela.
Según Álvarez de Toledo, Robles ha dicho "en público" lo que todos los demás miembros del Gobierno dicen "en privado". "Ha dicho la verdad y ha dicho lo que es moral y lo que es eficaz, lo que debería decir tanto el Gobierno como Pedro Sánchez, que probablemente lo dice en privado, pero no en público", ha insistido.
Choque en Europa
Este choque entre PP y PSOE por Venezuela tendrá un nuevo episodio la semana que viene, pero esta vez en otro escenario: la Unión Europea. Este martes se debatirá en el Parlamento Europeo en Estrasburgo sobre la situación en el país caribeño y sobre la posición de Edmundo González.
La intención de los populares es que, como en el Congreso, el Parlamento reconozca a Edmundo González como legítimo presidente electo de Venezuela y que el PSOE se vea obligado a retratarse en este asunto delante de toda Europa.
