Consumo investiga 7.700 denuncias por suplantación de identidad para apostar por internet

El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 que dirige el ministro Pablo Bustinduy registró en 2024 un total de 7.712 denuncias de personas que aseguran haber sido víctimas de suplantación de identidad con el fin de usar sus datos para apostar en juegos de azar online. Así lo desvela el propio ministerio a través de la información recogida por el conocido como "protocolo de actuación para contribuyentes suplantados", un programa que puso en marcha el año pasado y que pretende, precisamente, poner coto a unos delitos de los que hasta ahora no existían registros.

Gracias a ese programa, puesto en marcha en colaboración con la Agencia Tributaria y la Policía Nacional, 2024 fue el primer año en el que Consumo pudo recoger información sobre el número de afectados por estas suplantaciones de identidad en internet. Según ha podido saber 20minutos, la investigación de los posibles fraudes se centra en aquellos casos en los que el contribuyente ha obtenido mediante el juego online ganancias superiores a 100 euros, y Consumo ha detectado que un 4,7% de estas personas fueron víctimas de suplantación de identidad, de acuerdo con las denuncias presentadas. Este porcentaje, además, podría aumentar el año que viene, advierte el ministerio, en base a los datos preliminares que ya se conocen del próximo ejercicio fiscal.

Las apuestas deportivas son el modelo de juego de azar online en el que se producen la inmensa mayoría de los usos fraudulentos de datos privados: nada menos que el 91% de las suplantaciones tuvieron lugar en este tipo de páginas web. La suplantación de la identidad, además, afecta por igual a hombres y mujeres, pese a que la población de mujeres que participa en juegos online solo representa un 16,5% del total. Y las víctimas lo son no solo de redes de delincuentes profesionales, puesto que el uso de identidades de familiares o conocidos es uno de los patrones más comunes en la suplantación de la identidad, especialmente en casos de menores de edad, en personas inscritas en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego o en personas bloqueadas previamente por los operadores.

Quienes realizan este tipo de infracciones, asimismo, tienen un patrón de juego que difiere del habitual. Si los apostantes normales mantienen sus cuentas abiertas durante una media de 35,8 días, las cuentas suplantadas solo funcionan, en promedio, siete días y medio. Y, además, estas identidades utilizan métodos de pago difíciles de rastrear y que no pueden verificarse en tiempo real, como monederos electrónicos y tarjetas bancarias.

Ante lo creciente del problema, Consumo ha trasladado a los operadores de juego la necesidad de mejorar sus mecanismos de prevención y detección de fraudes, reforzar la seguridad en los procesos de verificación de identidad y garantizar una atención eficaz a los afectados.

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