Más de 60 millones de personas se encuentran en alerta en Estados Unidos después de que el país esté experimentando desde este domingo el que es ya el temporal de nieve más fuerte de las últimas décadas. Este ha afectado especialmente a la zona este del país, donde los grandes acumulados de nieve ya han provocado la cancelación de más de 2.000 vuelos y que seis estados hayan declarado el estado de emergencia. Asimismo, 190.000 personas se han quedado sin suministro eléctrico y cinco han perdido la vida.
Según el último balance recogido por NBC News, esta lista de víctimas incluye a un empleado público que ha perdido la vida mientras retiraba nieve en Misuri, uno de los estados más afectados. Además, dos personas han fallecido en el estado de Kansas después de que el vehículo en el que viajaban se saliera de la carretera debido al temporal. Por otro lado, un motorista también ha muerto en Virginia y las autoridades han encontrado el cuerpo sin vida de otro hombre en Houston, Texas, debido al frío. Asimismo, hasta 38 personas han resultado heridas en los más de 436 accidentes por carretera que se han producido en todo el país por las condiciones climáticas.
Ante este escenario, desde la Casa Blanca han indicado que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se encuentra "vigilando de cerca la tormenta", que aún no ha acabado. "Queremos animar a todos los estadounidenses afectados por este fenómeno meteorológico a que se lo tomen en serio, sigan vigilando las previsiones y escuchen las advertencias de los funcionarios locales", ha añadido un portavoz de la presidencia estadounidense.
En Washington, de hecho, los acumulados han llegado hasta los 15 centímetros de nieve, con lo que el temporal se ha convertido allí en uno de los más grandes de los últimos años. Así lo ha declarado también Matthew Cappucci, meteorólogo de la aplicación MyRadar, quien sitúa esta tormenta de nieve en una de las más intensas de los últimos 32 años en todo el país. En otros puntos, los acumulados han sido incluso mayores, de hasta 45 centímetros de nieve, por lo que un gran número de autoridades locales han cerrado los colegios, las oficinas gubernamentales y han paralizado toda actividad no esencial.
Hasta el momento, seis estados son los que han declarado la emergencia: Kansas, Missouri, Kentucky, Virginia, Virginia Occidental y Arkansas, aunque también varios colegios de los estados de Delaware, Pensilvania y Nueva Jersey han cerrado sus puertas, al igual que numerosos centros educativos de Washington y de los estados de Virginia y Maryland.
Según el portal Flightware, más de 2.000 vuelos han sido cancelados y casi 3.000 han sufrido retrasos. La nieve ha afectado especialmente al aeropuerto Nacional Ronald Reagan, al Washington Dulles y al de Baltimore (todos ellos cerca de la capital estadounidense). También se ha visto muy afectado el Internacional Lambert de St. Louis, en Misuri.
Por otro lado, el portal PowerOutage.us, que se dedica a monitorear el suministro eléctrico, ha certificado que más de 190.000 hogares se han quedado sin electricidad, especialmente en los estados de Kentucky, Indiana, Virginia, Virginia Occidental, Illinois y Misuri.
El temporal seguirá este semana
Lejos de remitir, se espera que el temporal siga impactando con fuerza en Arkansas y Oklahoma y que se vaya desplazando hacia el centro y el oeste del país, afectando con fuertes vientos en el sur de California. "Los fuertes vientos y la baja humedad relativa producirán condiciones climáticas críticas y extremadamente críticas en el sur de California hasta el jueves", asegura el último parte del Servicio Nacional de Meteorología.
Este organismo asegura que en las próximas horas se espera además "una ligera nevada" sobre el oeste de Texas y que, tras ella, se producirá, "una tormenta más importante" en este territorio. Pese a ello, las autoridades han levantado ya las alertas por nevada en la costa este del país.
