Los cinco alimentos que nunca deberías recalentar en el microondas, según expertos en seguridad alimentaria

Las cosas no siempre son sencillas, por eso, todo aquello que pueda simplificarnos hasta lo más banal, es bienvenido. Desde que la llegada del microondas a nuestras vidas (que en España fue sobre los años 80), calentar los alimentos ha sido mucho más fácil, hemos dejado de tener que estar pendientes de si se salía la leche del cazo por las mañanas, así como de tener que perder tiempo calentando lo que queremos comer. Se ha convertido en un imprescindible.

Sin embargo, hay mucho que todavía no sabemos, como esos trucos que de vez en cuando vemos en las redes sociales y que nos enseñan que metiendo un bol con agua ese alimento se calentaría de manera uniforme, o dejando claro la mejor manera de limpiarlo y desinfectarlo. También hay algunos alimentos que, por mucho que nos empeñemos, no terminan de quedar igual de ricos si los calentamos en el microondas, mientras que otros, directamente, es recomendable no calentarlos con este electrodoméstico, tal y como recomiendan los expertos en seguridad alimentaria.

Cinco alimentos que no deberías recalentar en el microondas

En ocasiones no sabemos la mejor manera de conseguir que los alimentos se calienten de manera uniforme y que mantengan su textura y sabor, pero hay otros que, por seguridad, según nos recuerdan algunos expertos en Parade, ni siquiera deberíamos calentar en el microondas.

Fórmula infantil. Si nuestra seguridad es importante, la de los bebés lo es todavía más. Joan Salge Blake, profesora de nutrición y nutricionista en la Universidad de Boston, explica que el motivo es la manera en la que se calientan los alimentos. “Calentar la fórmula o la leche materna en el microondas puede provocar un calentamiento desigual, lo que crea puntos calientes en el biberón”.
Adobos para carnes. “La marinada cruda puede contener patógenos que pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos. Las marinadas deben hervirse primero para matar los patógenos que pueden enfermar”, dice la doctora Blake, quien además recomienda no reutilizar la salsa, incluso si la hemos hervido.

Pollo relleno. Sobre todo aquellos que dicen ‘listos para cocinar’, será mejor que ese cocinado no sea en el microondas. Además, el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), señala que el pollo podría cocinarse rápidamente, pero el relleno que lleva en su interior tal vez no, lo que supone un riesgo para la salud, no alcanzando la temperatura necesaria para acabar con bacterias dañinas.
Sobras que llevan más de una semana. “Los alimentos muy viejos pueden tener hongos y bacterias que los descomponen (moho, levaduras)”, explica Mitzi Baum, directora ejecutiva de la organización Stop Foodborne Illness. “Si están presentes en los alimentos y no se eliminan durante el proceso de recalentamiento, pueden provocar enfermedades graves”. Pasados tres o cuatro días, esas sobras deberían desecharse.

Alimentos que han pasado al menos dos horas sin refrigerar. “Algunas bacterias pueden sobrevivir a las temperaturas de cocción y multiplicarse si se dejan afuera durante demasiado tiempo”, señala Baum.

Además, tampoco se recomienda demasiado calentar agua, porque evita que hierva y puede hacerlo de golpe cuando la sacamos, verduras de hoja verde, porque pueden provocar chispas, o un huevo cocido con cáscara, porque tiende a acumular el vapor dentro y puede estallar al sacarlo.

Envases que no debes meter en el microondas

Todo el mundo sabe que los elementos metálicos no deben meterse al microondas, nadie metería un tenedor o una cuchara, pero no siempre somos conscientes de que hay detalles que son metálicos en boles o tazas, sobre todo los detalles dorados o plateados. Es importante mirar las etiquetas para asegurarnos de que se pueden meter al microondas.

Tampoco se pueden meter los moldes o el papel de aluminio, ni los envases de plástico, sobre todo si son de baja calidad, porque podrían fundirse, esto deja también fuera otros tipo de envases, como los de yogures, que tampoco conviene meter al microondas, así como los termos, que suelen ser de acero inoxidable. Algunos recipientes de vidrio o cristal, como copas, no se recomienda, a no ser que indique lo contrario en el etiquetado, por la densidad del material. Cuanto más fino sea, más tendencia tendrá a estallar.