Los buzos del yate hundido en Sicilia revelan los angustiosos momentos finales de las víctimas tras recuperar sus cuerpos

La recuperación de los cuerpos de las siete personas fallecidas en el naufragio del lujoso yate 'Bayesian', que permanece a 50 metros de profundidad, ha revelado el angustioso final que tuvieron las víctimas del suceso, entre las que se encontraba el magnate británico Mike Lynch.

La información facilitada por los bomberos, que llegaron a realizar un total de 123 inmersiones en el interior del velero, ha permitido conocer algunos datos de cómo fueron esos últimos momentos, así como las dificultades que encontraron los buzos en las tareas de búsqueda, ya que el barco se encuentra volcado de un lado, lleno de escombros flotantes y de espejos que no paraban de crear reflejos en el agua al ser apuntados con las linternas.

La tragedia ocurrió cuando el empresario Mike Lynch pasaba en estas idílicas aguas con su familia y amigos unos días de vacaciones tras un largo proceso judicial del que fue absuelto en junio. Entre ellos se encontraba la esposa de Lynch, Angela Bacares, titular del yate y una de las 15 supervivientes, así como Hannah Lynch, de 18 años e hija del magnate, que también murió en el naufragio.

En plena noche, cuando los ocupantes del barco dormían, un reventón o downburst — potentísima ráfaga de viento frío—, se precipitó sobre la embarcación, haciéndola naufragar en pocos minutos. A pesar de ello, cinco de los cadáveres fueron localizados en un camarote que no era el suyo, lo que deja entrever que trataron de salvarse, en vano, según barajó el fiscal adjunto Raffaele Cammarano, en rueda de prensa.

El jefe del cuerpo de bomberos de Palermo, Bentivoglio Fiandra, que formó parte del equipo de rescate de los buzos, explicó que el 'Bayesian' se hundió de popa y luego se volcó sobre su lado derecho, sobre el que finalmente quedó acostado en el fondo del mar.

"A consecuencia de ello, las víctimas buscaron refugio en el costado izquierdo del barco, donde quedaban las últimas bolsas de oxígeno, mientras el barco se hundía", indicó Fiandra.

En concreto, los buzos localizaron a cinco cadáveres en el primer camarote de la izquierda y uno, el de Hannah Lynch, en el tercer camarote de la izquierda.

Por su parte, el inspector Vincenzo Nardoni, un buzo reclutado por la unidad de bomberos de Nápoles, ha señalado algunas de las trabas con las que se encontraron bajo el agua. Por ejemplo, que los buzos tuvieron que "recalibrarse" para adaptarse a que todo estuviera de lado en el barco: "Tuvimos que revisar la escena desde un ángulo diferente de la forma en que la veríamos normalmente, y eso hizo que todo fuera más difícil", ha enfatizado.

El interior del yate, prosigue Nardoni, "era un lugar muy confuso, con armarios y muebles girando a nuestro alrededor, y muchos espejos que reflejaban nuestras linternas". Respecto a los cuerpos de los fallecidos, "estaban encajados en lugares estrechos, con muebles encima o al lado de ellos. Todos estaban atrapados", ha añadido.

Tras cuatro días de complicada búsqueda debido a la profundidad, que no permitía que los buzos estuvieran más de 12 minutos sumergidos, el cadáver de Hannah Lynch era el último en ser sacado del mar el pasado viernes. Anteriormente, se había rescatado el cuerpo de su padre, el magnate Mike Lynch, así como los cuerpos del presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y de su esposa Judy, y el abogado del empresario, Chris Morvillo y su mujer Neda. El primer día de búsqueda se recuperó en el mar el cadáver del cocinero de la nave, Recaldo Thomas, canadiense nacido en la isla de Antigua.

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