Ni bueno ni malo. Sudar tras haber entrenado es un fenómeno fisiológico absolutamente normal, puesto que es la manera que el organismo tiene para compensar el sobreesfuerzo y la subida de la temperatura corporal. Ciertamente, cuando hacemos ejercicio solemos sudar bastante más que cuando llevamos a cabo una actividad más tranquila, y lo importante está en la proporción. ¿Cuánto es 'mucho' o 'excesivo?
"Sudar mucho es síntoma de que tu organismo está trabajando normalmente para regular la temperatura corporal y evitar un exceso de calor que podría provocar males mayores. Durante el ejercicio físico, con el calor excesivo y también con el estrés al que nos sometemos, el sistema endocrino se encarga de regular la cantidad de sudor necesaria para bajar la temperatura por evaporación. En cada caso, la cantidad justa", explica Alfonso Higón, CEO del laboratorio cosmético Armonía.
¿Cuánto sudor se considera 'mucho' en el entrenamiento?
Higón continúa exponiendo que "la cantidad de sudor que manifiesta nuestro cuerpo va a depender de muchos factores. Entre ellos, de las condiciones ambientales (temperatura y humedad), la genética (número y distribución de las glándulas sudoríparas) y del peso y composición corporal de cada persona".
Durante el entrenamiento, nuestra frecuencia cardiaca aumenta, también lo hace la frecuencia respiratoria y la temperatura. "En cualquier actividad, más o menos intensa, en la que se requiere un aumento de la frecuencia cardiaca, el sudor es una señal de que el cuerpo está realizando su función que es la de refrescar nuevamente el organismo para devolverlo a una temperatura saludable", dice la doctora Jenny Dávalos, responsable del Grupo de Trabajo de Dermatología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
El sudor existe para evitar sobrecalentamientos peligrosos, que pueden llevarnos en extremo a un golpe de calor que pueda desembocar en un fallo orgánico. Si bien es cierto que hay personas que pudieran sudar en exceso, ese no es un problema a priori según los expertos, no es algo que podamos considerar perjudicial para la salud.
Funciones esenciales del sudor
La misión que cumple el sudor en todos los seres humanos es, como hemos dicho en primer lugar, regular la temperatura y bajarla cuando ésta se ve forzada por determinadas circunstancias. El objetivo es que se mantenga en el punto exacto para asegurar el correcto funcionamiento de los órganos.
En segundo lugar, puede haber gente que sude más porque en realidad está eliminando mayor cantidad de sustancias tóxicas, metabolitos de excreción que se eliminan de esta manera además de por la orina y las heces… "y también es un acondicionamiento cardiovascular que va a condicionar un entrenamiento. Se trata de un indicador del progreso y de la condición física que está mejorando, que se va a ir regulando poco a poco. No hay una cantidad exacta de sudor 'buena' ni una 'mala'".
La rehidratación, básica para el sudor y la temperatura
Eso sí, durante la actividad física, dependiendo de la que realicemos, es fundamental la rehidratación para que esa regulación de la temperatura pueda efectuarse de manera natural y correcta.
"Si sudamos y no nos rehidratamos, vamos a encontrarnos con un desequilibrio electrolítico asociado a la deshidratación, vamos a tener fatiga externa que puede provocarse por la pérdida de líquidos y de nutrientes, que va a afectar negativamente al rendimiento físico. Incluso, puede llegar a ser mortal", dice la doctora Dávalos.
Por esta circunstancia, "es fundamental evitar a toda costa la hiponatremia ejercida por el manejo inadecuado de los electrolitos que tenemos que reponer durante el ejercicio. Esto es especialmente necesario en personas que tengan una sudoración intensa".
Y la doctora de SEMG añade: "Quienes suden mucho y no tengan un cuidado especial con la piel, van a tener más probabilidad de provocar infecciones cutáneas y exacerbar ciertas lesiones preexistentes, con la presencia del sudor. Por eso, aunque no es 'malo' sudar mucho, las personas que lo hacen deben extremar su higiene cutánea".
A modo de conclusión, Alfonso Higón confirma que "una sudoración 'excesiva' mientras se practica deporte puede provocar deshidratación si no tenemos la precaución de beber en abundancia. Sin embargo, este hecho no conlleva mayores consecuencias para el organismo, más allá de la necesidad de aportar líquidos y electrolitos para restablecer el equilibrio hídrico".
