Todavía no había caído la tarde de este viernes y unas 200 personas ya flanqueaba las puertas de la taberna Garibaldi, en el barrio madrileño de Lavapiés. A la espera de la llegada de la exministra y eurodiputada de Podemos, Irene Montero, que presentaba su libro Algo habremos hecho, colectivos, militantes y organizaciones sociales se aposentaban en la calle Ave María de la capital para defender el acto ante la llamada al boicot del líder de Desokupa, Daniel Esteve, que este miércoles arengaba a un sabotaje y aseguraba que acudiría junto a "200 amiguitos".
Aunque de Esteve nada se supo pese a que algunos de sus seguidores se quisieron dejar ver en la zona de la taberna. Tras una hora de espera, sobre las 19.00 horas, Montero aparecía junto a la secretaria general del partido, Ione Belarra, mientras medio millar de personas coreaban su nombre y gritaban proclamas. Junto a ellos, un fuerte dispositivo de la Policía Nacional y la Policía Municipal desplegado en la calle principal y aledaños impedía que un grupo de cinco personas se metiera entre la multitud. "No pasarán", gritaba la gente a las puertas de local a la vez que lanzaban aplausos a la exministra.
Los agentes y algunos de los congregados también echaban de la zona a algunas caras conocidas afines a Desokupa y Vox, como Bertrand Ndongo, mientras que la mayoría de asistentes a la casi improvisada manifestación se preguntaban quiénes eran los que armaban jaleo. "Hemos visto a un tío enorme que iba con cuatro o cinco, pero no sabemos quién es", decían unos jubilados sobre el polémico activista camerunés.
"Esto es lo que tenemos que seguir haciendo: respuesta popular. Hay que echar a esa panda de neonazis, a esos escuadristas que están haciendo negocio con el odio y con la persecución a la gente pobre y más vulnerable. Ojalá el Gobierno de España tome nota y responda ejemplarmente", aseveraba Montero a su llegada al acto. "Es intolerable que en una democracia de la Unión Europea haya ahora mismo bandas de neonazis que son el brazo militarizado del fascismo político, que hacen negocio con el odio y la persecución. Estás bandas como Desokupa deberían estar ilegalizadas y debería penarse", agregaba.
"Queremos vivir en paz"
Pero la política morada no era la única en lanzar un mensaje a Esteve y su organización. "Esta ciudad merece esta respuesta contundente a los indeseables y a los fascistas. Tenemos que estar aquí para defender la honestidad, los principios, la valentía... he dicho antes que algo habremos hecho pero, sobre todo, tenemos que hacer mucho todavía por defender la libertad y la dignidad", espetaba con un guiño al libro de la eurodiputada Boti García, directora general de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI del Ministerio de Igualdad entre 2020 y 2023 y activista por los derechos LGTBIQ+. "A Dani Esteve le mueve que es pura gentuza. Madrid es antifascista y no han venido porque no pasarán", añadía.
Entre el medio millar de personas había más caras conocidas de Podemos, como Pablo Iglesias o Miguel Urbán, cofundador del partido, también miembros más desconocidos como Serigne Mbaye, secretario de antirracismo y vecino de Lavapiés. "Tenía previsto venir, otros no sabían que se celebraba esta presentación, pero cuando vieron el vídeo de Dani Esteve dijeron que había que venir. Queremos vivir en paz, queremos vivir tranquilos, Dani Esteve no puede venir a fastidiar a una vecina. Las personas son libres de presentar su libro o de hacer lo que quieran mientras no perjudiquen a nadie", sostenía acompañado de dos amigos. "No podemos permitir que el fascismo baje al barrio para romper nuestra convivencia", agregaba.
"Desokupa a la basura", "vosotros fascistas sois los terroristas", "aquí no" o "que viva la lucha de la clase obrera", fueron algunas de las proclamas que comenzaron a lanzar los miembros del área joven de Podemos, de Izquierda Revolucionaria, Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes. "Evidentemente compartimos espacios con Podemos, pero dimos el paso de estar aquí hoy porque es una cuestión de defender algo democrático. Hay que defenderse de estos fascistas, de Desokupa que es una organización criminal que hace negocio a costa de tener una empresa de matones que desahucian a familias pobres. Se creen con la impunidad de decir que van a venir y que van a reventar a todo el mundo", explicaba Coral Latorre, secretaria general del Sindicato de Estudiantes.
Pero no todo respondía simplemente a la política. Curiosos y ciudadanos a título personal decían acudir a apoyar a Montero. "Esteve es un fascista y demuestra ser muy poca persona haciendo este tipo de llamamientos", decían Francisca, Julia y Carmen. "Él puede hablar así porque está en una democracia. Va siempre amenazando. Al final no ha venido porque ha visto que no podía sacar nada de aquí y se ha echado para atrás. Amenaza por sistema y esto no es una forma de convivir", afirmaban. "Este señor ha pasado de un ámbito mercantil a un ámbito político de carácter nazi y hay que defenderse de él", aseguraba Eduardo. "Luego son bastante cobardes", agregaba sobre la convocatoria fallida.
Finalmente, pasadas las 19.30 horas, con la taberna repleta para la presentación y decenas de personas a las puertas, la concentración fue dispersándose. El miércoles Podemos ya hizo un llamamiento para arropar a su número dos. Entonces, Belarra dijo que no les iban a amedrentar y que habría que parar los pies a los "fascistas'. Algo que finalmente se ha cumplido. Esteve no había conseguido su objetivo, aunque sí darle más publicidad al libro de la eurodiputada. "Irene, hermana, aquí está tu manada", gritaban los asistentes.