Hablar de garganta a la hora de referirse al cáncer remite a dos partes que coloquialmente no suelen estar diferenciadas: faringe y laringe. Son dos órganos que forman parte del sistema respiratorio, pero que tienen funciones y características morfológicas y fisiológicas diferentes. Esas diferencias se trasladan también al momento en el que aparecen células cancerosas. En España, el cáncer de laringe ocupa el sexto lugar en mortalidad entre la población masculina.
Los tumores de laringe y faringe se registran en la categoría de tumores de cabeza y cuello, que suponen en España más de 11.000 casos anuales, perteneciendo el 40 por ciento de ellos a los localizados en la laringe. La exposición a carcinógenos, fundamentalmente el consumo de tabaco, explican más del 90 por ciento de los diagnósticos.
Según la Asociación Española contra el Cáncer, el cáncer de laringe tiene registros en España de casi 20 casos por cada 100.000 habitantes, siendo la segunda neoplasia más frecuente del tracto respiratorio (solo superada por el de pulmón) y constituye el 2 por ciento del total de tumores en varones y el 0,4 por ciento en mujeres.
Desde el punto de vista médico-científico se utilizan términos específicos para diferenciar la parte exacta de la garganta donde aparecen las células cancerosas:
- Cáncer nasofaríngeo: parte superior de la garganta, detrás de la nariz.
- Cáncer orofaríngeo: parte media, detrás de la boca.
- Cáncer hipofaríngeo: parte inferior de la faringe.
- Cáncer glótico: cuerdas vocales.
- Cáncer supraglótico: parte superior de la laringe y epiglotis.
- Cáncer subglótico: parte inferior de la laringe.
Primeros indicios de un tumor en la laringe
En ambos tipos de cáncer las pruebas diagnósticas se realizarán sobre el cuello y la garganta. La laringe comprende la parte ubicada detrás de la lengua y también la tráquea. Como síntomas iniciales, se determinan signos que no tienen por qué obedecer inexorablemente al cáncer de laringe, sino que pueden ser indicios de otras afecciones, de ahí la importancia de acudir a consulta médica:
- Dolor de garganta o tos que no desaparece.
- Dificultad o dolor al tragar.
- Dolor de oído.
- Masa en el cuello o la garganta.
- Cambio de la voz o ronquera.
¿Ocurre lo mismo en la faringe?
La faringe es un conducto que comunica la boca con el esófago y también las fosas nasales con la laringe y cumple, por tanto, con una función respiratoria pero también digestiva. Las células tumorales en este caso pueden afectar a la nasofaringe, orofaringe y la hipofaringe. Además de tos persistente o malestar a la hora de deglutir, en común con el cáncer laríngeo, hay otros síntomas más específicos:
- Dolor persistente en el cuello o en el oído.
- Cambios en la voz.
- Pérdida de peso importante por el malestar al tragar.
Además del consumo de tabaco, las autoridades sanitarias insisten en que entre los factores de riesgo de estos tipos de cáncer, y del cáncer en general, se encuentra una dieta poco saludable y el consumo de otros tóxicos como el alcohol. También intervienen factores genéticos y la infección por el virus del papiloma humano.
Referencias
Mayo Clínic (s.f.). Cáncer de garganta. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/throat-cancer/symptoms-causes/syc-20366462