Este domingo Amaia Romero alcanzó otro hito en su carrera al dar un concierto en solitario en el Movistar Arena de Madrid, ante unas 15.000 personas. Se trata del arranque de una gira en la que no dejará de ser ella, como demostró durante su recital.
En un momento dado, la cantante y compositora hacía un taconeo sobre un improvisado tablao, con tan mala suerte que el tacón de una de las botas que llevaba se partió.
Pero si algo caracteriza a Amaia es la naturalidad, así que ni corta ni perezosa se rió del percance, deshaciéndose de la bota que aún tenía tacón, regalándosela a su público.
Al poco un miembro de su equipo apareció para ayudarla a quitarse la otra bota, tras lo que Amaia continuó actuando descalza el resto de la canción Despedida, que interpretaba en ese momento.
La compositora, que dedica esa canción a su abuela fallecida, no dudó en taconear descalza y en acabar la canción como la profesional que es, con la complicidad de un público que le mostró apoyo incondicional.