Seis de cada diez adolescentes españoles saben burlar las herramientas de control parental instaladas por sus progenitores en los dispositivos tecnológicos para vetar el acceso a determinadas páginas web. Se trata de una de las pocas formas que tienen los padres de proteger a los menores de contenidos violentos o inapropiados para su edad, pero que, como ya venían advirtiendo las propias familias y educadores, presenta brechas en tanto en cuanto los chavales acaban sabiendo cómo eludirlo.
El informe Infancia y adolescencia en entornos digitales, elaborado por Fundación Orange y Save the Children, pone cifras a esa realidad de la que se viene alertando: pese a que el 61% de los padres y madres instalan estas herramientas en móviles, tablets y ordenadores para supervisar las actividades digitales de sus hijos (bloqueando contenidos inapropiados o monitorizando el tiempo de uso), prácticamente la misma proporción sabe cómo sortearlas. "Se trata de un problema común en todas las sociedades que supera con creces la labor que pueden hacer profesores y padres", ha subrayado durante la presentación de los resultados Narciso Michavila, presidente de GAD3, la consultora de investigación que ha participado en el estudio.
La investigación publicada este lunes —que también revela que nueve de cada diez adolescentes reconoce que debe cambiar sus hábitos tecnológicos— explora las oportunidades, riesgos y desafíos que enfrentan niños y adolescentes en el entorno digital, tras realizar más de 2.500 a entrevistas a expertos, padres, profesores y adolescentes. Una problemática que no solo afecta a la infancia, pues los datos muestran que el 14% sostiene que sus progenitores usan el móvil o las plataformas digitales más que ellos, con una media de entre cuatro y cinco horas al día. "Es la primera vez en la historia de la humanidad que los retos llegan por igual a todas las generaciones", ha señalado Michavila.
Sobre los riesgos, el informe apunta que casi la mitad (el 46%) de los menores se preocupa por la huella digital que dejan sus acciones online y que el 62% entiende el tipo de información que comparte en redes sociales. Sin embargo, más de la mitad no sabe cómo proteger su privacidad, casi el 50% ha recibido mensajes de desconocidos y el 13% ha recibido insultos, acoso o amenazas en el ámbito digital. Hay, en este aspecto, una parte "positiva" mencionada por Michavila, y es el hecho de que los niños y adolescentes están aprendiendo a gestionar las amenazas que les llegan en el mundo virtual. Un 45% de los menores encuestados opta por bloquear a las personas responsables de estas agresiones y uno de cada cuatro recurre a sus padres, aunque solo un 7% se atreve a denunciarlo a las autoridades.
(Habrá ampliación)