Los 16 minutos que lo cambiaron todo: el momento crítico en el que el yate de Sicilia cayó "verticalmente"

El hundimiento del Bayesian fue consecuencia de una violenta borrasca pero también de una larga cadena de errores cometidos por el capitán y la tripulación del velero. Mientras la fiscalía de Termini Imerese investiga ya el naufragio, los analistas y técnicos que han visto lo sucedido consideran que esa noche dentro del superyate casi todo se hizo mal.

Fruto de una cadena de decisiones incorrectas, la embarcación estuvo a merced del temporal con vientos de 80 nudos (150 km/h) durante más de 350 metros. El momento crítico comenzó a las 3,50 de la noche del domingo al lunes. Hasta que el buque se hundió pasaron 16 minutos.

Posición, velocidad y dirección del Bayesian

El Sistema de Identificación Automática (AIS) controla el tráfico marítimo en todo el mundo. Utiliza tecnología de radiofrecuencia que permite a los barcos transmitir información sobre su posición, velocidad y dirección a otras embarcaciones y a las autoridades portuarias. Esta información es vital para garantizar la seguridad en el mar y evitar colisiones.

El AIS consigue trazar con precisión el rumbo de cualquier embarcación y es un documento que cobra enorme importancia en el caso del hundimiento del Bayesian. La fiscalía de Termini Imerese, encargada de la investigación, ya lo tiene sobre la mesa.

El diario italiano el Corriere della Sera ha tenido acceso a ese rastreo del AIS a través de Italian Sea Group, la empresa que se hizo con los activos de Perini Navi, el astillero que construyó en 2008 el Bayesian. Han cruzado sus datos con todos los demás disponibles y han reconstruido lo ocurrido entre las 3,50 y las 4,06 de la madrugada.

No, el superyate no se hundió en segundos; tardó 16 minutos. Fue el tiempo que tuvo la tripulación para dar la voz de alarma e intentar evitar la catástrofe; y los pasajeros, para salvar la vida, aunque muchos dormían en los camarotes más alejados de las salidas.

3,50 horas: el temporal agita el velero

"El viento era muy fuerte: no era normal, un torbellino o un tornado", ha declarado un pescador de Porticello que fue de los primeros en ayudar en las labores de rescate. El Bayesian está anclado, pero el viento es tan fuerte que comienza, primero a balancearlo y luego a zarandearlo.

El sistema de seguimiento muestra una zona que gráficamente parece el garabato de un niño en una hoja de papel, describe el periodista Giusi Fasano. Es el velero moviéndose hacia delante y hacia atrás; luego hacia los lados; después, hacia delante y otra vez hacia atrás.

3,59 horas: cede el ancla

El viento no afloja y el Bayesian resulta cada vez más vulnerable. A esa hora "se observa que ya no hay ancla que aguante", interpreta una fuente de la investigación. Con el ancla desprendida, el buque queda libre y expuesto al temporal. A las 3.59 horas, el velero vira impulsado (gobernado) por el viento.

4 horas: el barco hace agua

Empieza a entrar tanta agua en el interior del superyate que la embarcación es ya ingobernable. Está a merced de la tormenta. Además se ha quedado sin luz porque el agua ha llegado a la zona del generador y/o a la sala de máquinas.

4,03 horas: otro cambio de rumbo

Sin control y en manos de la borrasca, el Bayesian cambia otra vez de rumbo. El agua sigue entrando. En un velero como este hay puertas que abiertas y con una inclinación de 30 grados ya cogen agua. Además, los invitados del barco habrían regresado tarde a bordo y, al parecer, se fueron a dormir dejando algunas escotillas abiertas.

4,05 horas: el Bayesian se hunde

Tras haber recorrido 358 metros a la deriva, el superyate se hunde en las aguas de la bahía de Porticello. Según han relatado los 15 supervivientes, el buque se hundió por la proa, verticalmente, y luego se posó sobre el costado de estribor.

4,06 horas: llega la confirmación

El EPIRB es una especie de GPS que actúa como dispositivo de emergencia. El sistema funciona y envía automáticamente una alarma de hundimiento a la estación de satélites Cospas Sarsat de Bari, operada por la Guardia Costera italiana.

Despertaron e intentaron salvarse

"Los encontramos a todos en la parte más alta del velero, tumbados en el fondo del mar", cuenta el Corriere della Sera, que cita una fuente cualificada. "Teníamos mapas con la ubicación de los camarotes y las posiciones de los invitados, y no fue ahí donde los recuperamos después. Evidentemente, al entrar el agua, intentaron desplazarse en busca de seguridad", ha explicado.

Es la hipótesis de los investigadores. El cocinero del barco murió tratando de salir. Los otros seis invitados, atrapados en el agua de sus camarotes, trataron desesperadamente de salvarse buscando aire.

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