Dieta alta en proteína: riesgos y beneficios de esta nueva tendencia de alimentación

La alimentación es esencial en nuestras vidas, porque gracias a lo que comemos a lo largo del día podemos tener la energía suficiente para sacar adelante todo lo que tenemos que hacer a lo largo del día. Tal vez por eso en España se suele decir que el desayuno es la comida más importante del día, porque es la primera que tomamos y la que supone el pistoletazo de salida a toda la jornada.

A lo largo del día se recomienda consumir una cantidad de calorías apropiada, adaptadas a las necesidades de cada cual, también los alimentos adecuados para obtener todos los nutrientes, vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita para funcionar y mantenerse saludable. Por eso, cuando tomamos la decisión de seguir una dieta, como pasa con quienes apuestan por las dietas altas en proteínas o hiperproteicas, conviene tener presentes tanto sus beneficios como los riesgos que supone optar por este sistema de alimentación.

Beneficios de una dieta alta en proteínas

Con las dietas ricas en proteína se puede perder peso rápidamente y se basan en aumentar la ingesta de proteínas con la intención de aumentar el metabolismo, quemando una mayor cantidad de calorías y buscando que el organismo utilice sus fuentes de grasa para producir energía. Estas dietas no están libres de riesgos, por lo que es importante hacerlas siempre bajo supervisión de profesionales, sobre todo cuando las hacemos con la intención de perder peso o ganar salud, pues de nada serviría cambiar nuestra alimentación si ponemos en riesgo nuestra salud en el proceso.

Estas dietas, como hemos apuntado, se basan en un aumento de alimentos ricos en proteínas mientras disminuye el consumo de alimentos ricos en carbohidratos. Suelen hacerse cinco comidas al día, desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena, evitando pasar hambre en el proceso, algo también menos habitual porque suelen ser alimentos más saciantes.

Algunos de los beneficios de este tipo de dietas, si se hacen de la manera adecuada, son la pérdida de peso a través de la pérdida de grasa, porque lo que busca es que se emplee la grasa como fuente de energía, también se conseguiría un aumento de la masa muscular. Quienes la siguen la consideran una dieta variada, lo que hace que resulte menos aburrida y, por tanto, sea más fácil acostumbrarse a ella, y además es saciante, reduciendo el apetito y ayudando así a reducir también la ingesta de calorías.

Dieta alta en proteínas, los riesgos de esta alimentación

En general, para las personas sanas, una dieta alta en proteínas no tendría por qué suponer un problema, sobre todo si se sigue durante un tiempo limitado. No obstante, conviene conocer los posibles riesgos y problemas de salud si se sigue por demasiado tiempo. Por ejemplo, al limitar el consumo de carbohidratos, puede que no se obtengan todos los nutrientes necesarios, así como la fibra suficiente para que el cuerpo funcione de manera adecuada, causando problemas como dolor de cabeza, mal aliento o estreñimiento.

Si no cuidamos lo que comemos y optamos por proteínas de carne roja, carnes procesadas y otros alimentos ricos en grasas saturadas, podemos aumentar el riesgo de aumentar los niveles de colesterol y padecer enfermedades cardiovasculares, entre otras. En el caso de personas con enfermedad renal, este tipo de dietas podría empeorar el funcionamiento de los riñones, una muestra más de por qué no conviene hacer cambios radicales en nuestra alimentación sin contar con la aprobación y seguimiento de profesionales.