Los sindicatos instan al Gobierno a rematar la reducción de jornada y se reunirán con los partidos para buscar el respaldo del Congreso

Los sindicatos piden al Gobierno mover ficha en la reducción de jornada a las 37,5 horas semanales prometidas por PSOE y Sumar en el acuerdo de gobierno. CCOO y UGT creen que el rechazo de CEOE y Cepyme oficializado este martes a la propuesta de acuerdo tripartito puesta sobre la mesa por el Ministerio de Trabajo no ha sido una "sorpresa" e instan al Ejecutivo a rematar el recorte en el tiempo de trabajo cuanto antes, ya sin la patronal y conscientes de que el segundo desafío será lograr que la reducción de la jornada no se encalle en el Congreso. Para allanar el terreno político, los sindicatos anuncian una ronda de contactos con los distintos partidos a partir de la semana que viene para tratar de armar un respaldo parlamentario suficiente que saque adelante la medida.

Tras la negativa de CEOE y Cepyme, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha señalado este jueves que no ve "complicado" cerrar un acuerdo bipartito con el Ministerio de Trabajo en los próximos días para rematar la negociación de la reducción de jornada. Los contactos entre el Ejecutivo y los agentes sociales para materializar el recorte en el tiempo de trabajo empezaron en enero. Diez meses después, el Ministerio de Trabajo dio la semana pasada un ultimátum: puso sobre la mesa su "última oferta" y pidió "un sí o un no" definitivos a patronal y sindicatos antes del próximo lunes. Mientras que CCOO y UGT se han mostrado siempre partidarios del acuerdo, los empresarios han hecho patentes sus reticencias a lo largo de toda la negociación y oficializaron su rechazo este martes.

"La CEOE ha estado tomando el pelo, no a los sindicatos y al Gobierno, sino a la sociedad española, durante un año y medio", ha valorado este jueves el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, que ha asegurado que se han puesto "todos los elementos posibles para que se hubiera podido llegar a un consenso con la patronal" pero, a su juicio, los empresarios "no querían llegar a un acuerdo". "Era previsible, nos venía sonando desde hace tiempo que las reuniones estaban siendo una especie de bloqueo permanente por parte de CEOE, y que más o menos era evidente que CEOE no iba a negociar en un acuerdo tripartito la reducción de jornada", ha coincidido Sordo, en declaraciones a los medios de comunicación a su llegada a una jornada sobre organismos autónomos de resolución de conflictos.

Descolgada la patronal de la negociación, el Ejecutivo ha recalcado su voluntad de seguir adelante solo con los sindicatos. En ese sentido, Álvarez ha pedido al Gobierno que no haga "ningún tipo de concesión" a los empresarios. La última propuesta puesta sobre la mesa por el Ministerio de Trabajo incluye ayudas directas y bonificaciones fiscales a pequeñas y medianas empresas afectadas por la reducción de jornada, algo con lo que se trataba de buscar el favor de CEOE y Cepyme. No obstante, el propio secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, reconoció que la propuesta puede sufrir cambios para llegar a un acuerdo en solitario con los sindicatos. "Tendremos que establecer algunas medidas en el texto que se acomoden a lo que piden las organizaciones sindicales", señaló el martes.

El escollo del Congreso

Tras el eventual acuerdo entre Gobierno y sindicatos para reducir la jornada laboral a un máximo legal de 37,5 horas semanales, el texto pactado tendrá que ser aprobado en el Congreso, donde está por ver que cuente con suficientes apoyos. "La pelota va a estar en el ámbito político", ha reconocido el secretario general de CCOO. "Habrá que identificar la posición de los partidos", ha añadido.

En ese sentido, su homólogo de UGT ha asegurado que desde las organizaciones sindicales se hará "todo lo posible" para "conseguir que haya una mayoría en el Parlamento lo más amplia posible que dé soporte a las reivindicaciones de las organizaciones sindicales de ir hacia las 37,5 horas". En concreto, los sindicatos han anunciado que a partir del lunes empezarán a reunirse con los distintos grupos políticos, con el objetivo de allanar la tramitación parlamentaria de la reducción de jornada.

Al mismo tiempo, Álvarez ha señalado la necesidad también de activar a los trabajadores. "Nuestros delegados y delegadas tienen que ser la voz en las empresas que generen las condiciones para que los diputados y las diputadas en el Congreso sepan que votar en contra de la reducción del tiempo de trabajo, después de 40 años sin moverlo, va a tener un coste ante los electores y las electoras", ha advertido. En esa línea, Sordo ha avisado de que, en caso de que la tramitación parlamentaria se bloquee, "con toda seguridad, cuando avancen las semanas" los sindicatos irán también a un proceso de movilización hacia final de año.

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