La cumbre del Consejo Europeo de este jueves se definió como "decisiva", y así fue. La Unión Europea empieza a entender el mundo actual. "Ucrania no está sola", le dijeron todos a Volodimir Zelenski, presente en Bruselas; pero quien sí parece sola para hacerse cargo de su propia seguridad es Europa en su conjunto. La UE quiere mantener el apoyo a Kiev el tiempo que sea necesario y en paralelo "armarse" para lo que viene. "La seguridad de Ucrania es la seguridad de Europa", repitieron en el cónclave, en busca de las fórmulas para lograr ese empuje: todos coinciden en el qué, pero falta ver el cómo.
Entre los líderes el mensaje es claro: el despertar defensivo de Europa tiene que darse ya. Y asumen la mayoría que en los próximos meses se podría aprobar un nuevo fondo común, como el que se dio con la pandemia, en este caso para Defensa. Todo depende de que haya países, entre ellos Alemania, que giren en sus planteamientos iniciales, algo que parece plausible. De hecho, el propio canciller alemán, Olaf Scholz -ya de salida- aboga por la reforma de las reglas fiscales para poder invertir en seguridad. "Estoy a favor de que no tengamos una discusión para los próximos uno o dos años, sino que dejemos claro que a largo plazo los Estados puedan gastar en Defensa lo que consideren oportuno", expresó. Además, pidió "mantener la cabeza fría" en lo que se refiere a las relaciones con Estados Unidos.
Volodimir Zelenski se mostró "agradecido" por la acogida en Bruselas y se lo dijo directamente al presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que le recibieron con los brazos abiertos, en contraste con lo sucedido hace una semana en Estados Unidos. "Agradezco el liderazgo que han mostrado en el debate sobre la mejora de la capacidad defensiva de Europa y el fortalecimiento de Ucrania, así como todo el apoyo que han brindado en el camino hacia una paz justa y duradera. Es muy importante que los ucranianos no estén solos: lo sentimos y lo sabemos", valoró el presidente ucraniano.
En su reunión con los aliados, ha dejado claro que "todo el mundo debe asegurarse de que Rusia, la única fuente de esta guerra, acepte la necesidad de ponerle fin", poniendo el foco en Vladimir Putin, pero también en cierto modo en EEUU. "Esto se puede demostrar con dos formas de tregua: no atacar a las infraestructuras energéticas y civiles (una tregua para los misiles, las bombas y los drones de largo alcance) y no realizar operaciones militares en el Mar Negro". Al mismo tiempo, cree que el plan Rearmar Europa es una buena oportunidad, pero quiere que parte de los fondos se destinen a la producción de material militar en Ucrania.
"Nos hemos centrado especialmente en las necesidades de defensa, en particular en el suministro de sistemas de artillería y municiones, así como en la inversión en la producción nacional de drones y misiles de largo alcance. Estos sistemas ya han demostrado su eficacia en el frente y debemos trabajar juntos para reforzar esta ventaja", expuso el líder ucraniano tras una reunión bilateral con el primer ministro belga, Bart de Wever.
Everyone must ensure that Russia, the sole source of this war, accepts the need to end it. This can be proved by two forms of silence: no attacks on energy and other civilian infrastructure – a truce for missiles, bombs, long-range drones; no military operations in the Black Sea. pic.twitter.com/0OoIL3UOGd
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) March 6, 2025
España, en ese escenario, aboga por las inversiones conjuntas dentro de la UE, con un formato parecido al fondo de recuperación pospandemia, consciente también de que necesitará aumentar su gasto en seguridad, según apuntó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "Estamos viendo cómo el orden internacional se está viendo erosionado, y también el derecho internacional", añadió el presidente del Gobierno. "Estamos apoyando a Ucrania para que decida ser lo que quiere ser, y no un Gobierno en manos de intereses ajenos", añadió. Desde el punto de vista de Sánchez, hay países que quieren "una Europa dividida" y por eso lo importante es "dar certezas". España se suma a esa premisa, dijo. "Tenemos que trasladar un mensaje de unidad y de fortaleza, con una Europa mucho más unida. Lo hicimos durante la pandemia, durante la crisis energética y lo volveremos a hacer también cuando hablamos de la Defensa y de la seguridad". En ese sentido, el Gobierno ya asegura que quiere alcanzar el 2% del PIB de gasto en Defensa lo antes posible (y no necesariamente en 2029, como está previsto).
Otro de los mensajes más duros salió del primer ministro polaco, Donald Tusk. "La guerra, la incertidumbre geopolítica y la nueva carrera armamentística iniciada por Putin no han dejado a Europa otra opción. Europa debe estar preparada para esta carrera, y Rusia la perderá como la Unión Soviética hace 40 años", avisó antes de hacer un pronóstico para el futuro: "A partir de hoy, Europa se armará con más sabiduría y más rapidez que Rusia". En la misma línea se expresó la primera ministra danesa, Mette Frederiksen: "No creo que tengamos mucho tiempo. Hay que rearmar Europa y gastar, gastar, gastar en Defensa. Ese es el mensaje más importante".
La guerra, la incertidumbre geopolítica y la nueva carrera armamentística iniciada por Putin no han dejado a Europa otra opción
La Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, sostuvo por su parte que Europa tiene que mostrar "determinación" y además tiene que tener un lugar en la futura mesa de negociaciones. A ojos de la estonia, Kiev tiene que poder poner "sus condiciones" para la paz, y eso pasa por reforzar el apoyo del continente, sean cuales sean las cifras finales. En este sentido, aboga por tener unas relaciones estables con Estados Unidos, pero no pone ahí el foco, sino en que la UE pueda "tomar decisiones" tangibles que han tardado demasiado tiempo en abordarse.
Los Bálticos, al mismo tiempo, creen que ya hacen buena parte del trabajo en cuanto a la inversión en Defensa. "Ahora tenemos que hacerlo colectivamente", expresaron los primeros ministros de Letonia y de Lituania. En cambio, la china en el zapato de la UE en este tema es de nuevo el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que quiso suavizar el tono y aseguró que "aunque puede que discrepemos sobre las modalidades de paz, estamos de acuerdo en que debemos reforzar los medios de defensa de las naciones europeas". Eso sí, ha pedido que ese camino tiene que servir para "empoderar a los Estados miembros más que a los burócratas de Bruselas".
Por su lado, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, expuso que la paz "debe ser una paz real que no se limite a adormecer a todos con una falsa sensación de seguridad permitiendo que un agresor siga intentando apoderarse de naciones soberanas" y tiene que "garantizar la libertad de Ucrania, la seguridad de Europa y la disuasión de quienes piensan que pueden apoderarse de ella por la fuerza". En ese punto ha pedido "soluciones inmediatas para tiempos extraordinarios" y se ha comprometido a que la Eurocámara trabaje "rápido" en la toma de decisiones en esa dirección.