Los casos por infecciones respiratorias han aumentado en toda España en las últimas semanas tal y como reflejan los últimos datos del Centro de Epidemiología. Sin embargo, a la conocida gripe y los resfriados, hay que sumar otro virus que también está experimentando un notable aumento: el norovirus, que aspira a suponer otro problema de cara a las consultas médicas.
Se trata de un virus que se caracteriza por producir episodios de diarrea, vómitos y fiebre sin previo aviso. Los síntomas, de esta forma, aparecen de repente y suelen durar entre 24 y 72 horas. No tiene un tratamiento específico como tal, por lo que la recomendación de las autoridades es beber muchos líquidos.
Debido a sus síntomas, a veces se le conoce también como "gripe estomacal" o "virus estomacal". Sin embargo, la enfermedad por norovirus no está relacionada con la influenza (gripe). Así, la gripe es causada por el virus de la influenza, mientras que el norovirus lo que provoca es una gastroenteritis aguda, una inflamación del estómago o de los intestinos.
De esta forma, entre los síntomas más comunes se encuentran la diarrea, los vómitos, las náuseas o el dolor de estómago, aunque también puede producir fiebre, dolor de cabeza y dolor de cuerpo. Es posible, además, contagiarse de norovirus varias veces a lo largo de la vida, ya que hay varios tipos distintos de virus y la protección que genera nuestro cuerpo contra uno puede no ser suficiente para otro.
La infección por norovirus, asimismo, puede provocar otros problemas asociados como deshidratación, especialmente en niños pequeños, en personas mayores y en personas con otro tipo de enfermedades. Estos síntomas de deshidratación incluyen menor cantidad de orina, sequedad en la boca y en la garganta, mareos al levantarse, llorar sin lágrimas o con pocas lágrimas, o incluso somnolencia o irritabilidad inusual.
Cómo se contagia
El norovirus se contagia y se propaga con mucha facilidad y también muy rápidamente. Se puede contraer al entrar en contacto con alguien ya infectado por norovirus al compartir utensilios, alimentos, o consumir alimentos manejados por ellos. De la misma manera, se puede contraer el consumir o ingerir directamente alimentos o bebidas que estén contaminadas por norovirus.
También uno puede contagiarse de norovirus al tocar objetos o superficies contaminadas y luego llevarse los dedos sin lavar a la boca. El norovirus, además, aún puede propagarse dos semanas después de sentirse mejor.
En Estados Unidos, durante la primera semana de diciembre se detectaron más de 90 brotes de norovirus y en España ya centenares de personas han acudido a las Urgencias de su hospital debido al padecimiento de sus síntomas.
Además, para evitar su contagio también debe evitarse el agua contaminada, por lo que hay que tener especial cuidado con los mariscos ya que estos se alimentando filtrando el agua. En Estados Unidos, de hecho, los primeros brotes comenzaron debido al consumo de ostras contaminadas que tuvieron que acabar retirándose del mercado.
