El Consejo de Ministros tiene previsto autorizar este martes al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible la licitación de obras para instalar dispositivos para detectar y alertar de la caída de objetos a las vías del tren por un importe de 30,6 millones. Las actuaciones se realizarán en tres líneas de tren convencional que en total suman 430 kilómetros, que comprenden todo el Eje Atlántico y parte del Corredor Mediterráneo y de la línea Sevilla-Cádiz.
El plan es instalar a lo largo de estas tres líneas un dispositivo con que ya está equipada toda la red de alta velocidad. Consiste en unas mallas de fibra óptica que se colocan en los pasos superiores sobre los cruces entre las vías del tren y las carreteras. Son capaces de detectar la posible caída de un objeto y lo notifican a distancia y a tiempo real a los enclavamientos, es decir, los dispositivos electrónicos que regulan en remoto todas la señales de un tramo de ferrocarril. También envían esta señal a los centros de regulación de la circulación y con ellos Transportes quiere dar más "fiabilidad" a las líneas ferroviarias.
Tres líneas de tren convencional
En concreto, esta tecnología se instalará a través de Adif a lo largo total o parcialmente de tres líneas que suman 430 kilómetros de vía convencional.
Será en todo el Eje Atlántico, que abarca 144 kilómetros desde A Coruña y Redondela; en un tramo de 199 kilómetros del Corredor Mediterráneo a su paso por Tarragona y que une L'Alboraya y L'Ametlla de Mar, y el grueso de la conexión entre Sevilla y Cádiz, en concreto en el tramo entre Utrera y El Puerto de Santa María que discurre a lo largo de 87 kilómetros. En estas dos últimas líneas, el Ministerio ya ha desplegado también el sistema de señalización ferroviaria ERTMS, el más avanzado del mundo y que hasta ahora era más propio de la red de alta velocidad.
