Las tierras raras de Groenlandia desatan la "fiebre del oro moderna"... y España es clave para que la UE no dependa de China

Se estima que Groenlandia concentra el 25% de las reservas de tierras raras que existen en todo el planeta. Estos valiosos recursos naturales, claves para industrias como la fabricación de vehículos eléctricos, energías renovables, defensa nacional o tecnologías avanzadas, son una de las razones por las que el presidente de EEUU, Donald Trump, ha situado la isla danesa en su punto de mira. Además, el republicano quiere que Ucrania le entregue tierras raras a cambio su apoyo contra Rusia.

Con su hipotética explotación busca no depender de China y competir contra el país que concentra el monopolio de este grupo de 17 minerales. Trump lo ha justificado como "una cuestión de seguridad nacional". El problema, según los expertos, es que "las tierras raras se necesitan para mañana" y las de Groenlandia no parecen explotables a corto plazo. Mientras, la UE busca también su autonomía estratégica con un plan de competitividad que plantea la compra conjunta de materias críticas.

China tiene actualmente el monopolio sobre estos minerales, así que el descubrimiento de que Groenlandia podría ser un proveedor rival "ha desatado una fiebre del oro moderna", destaca Pepe Baena, de OBS Business School. Mientras las superpotencias mundiales ya están compitiendo para ganar influencia y ya hay —continúa Baena— "empresas que están intentando obtener los derechos de explotación de las posibles minas" de la isla danesa.

Bajo tierras españolas, en la comarca de Campo de Montiel (Ciudad Real) hay 35.000 toneladas de tierras raras —praseodimio y neodimio, imprescindibles para los imanes permanentes que precisan las baterías de los vehículos eléctricos, aerogeneradores y las bombas de calor, entre otros— que, según el secretario general de la Confederación Española de las Industrias de las Materias Primas Minerales (Primigea), Vicente Gutiérrez Peinador, sitúan a España como un país "clave" porque con esta cantidad se podría abastecer "durante unos 15 años a toda Europa".

Actualmente, no hay explotaciones de tierras raras en marcha en España. El proyecto para extraer estos minerales fue paralizado por la justicia de Castilla-La Mancha en 2021 y cuenta con la oposición de gran parte de la población local. La empresa Quantum Minería no se rinde y volvió a pedir permiso de investigación en 2024 para intervenir en "aproximadamente 200 hectáreas con el objetivo de evaluar su posible contenido en monacita gris". Desde Primigea, Peinador lamenta que, "sin ninguna duda", se está dejando pasando una oportunidad para ser un país clave en este sector.

Otros grandes depósitos de recursos en España se encuentran, además de en la zona de Matamulas (Ciudad Real), en el monte Galiñeiro de Galicia y entre Canarias y Marruecos, bajo el mar. A ellos hay que sumar diferentes escombreras, donde no hace falta excavar mucho. Respecto al proyecto de Campo de Montiel, considera que su explotación sería "la más sencilla y ecológica del mundo", pues consistiría en abrir una zanja de dos o tres metros de profundidad y 100 a 200 metros de largo de la que se extraería un 5% para ser procesado y en el terreno se quedaría el otro 95%.

Para el secretario general de Primigea, la diferencia entre las tierras raras de Groenlandia y las de España -en referencia a Montiel del Campo-, es que estas materias críticas "no se necesitan para dentro de 50 años, sino para mañana" y, mientras la exploración y posterior explotación en el Ártico "si se ve ni se espera" que se produzca a corto plazo, en España "podrían estar explotándose hace ya un año o dos". "En Montiel no haría falta casi ni restauración", agrega para asegurar que "al explotar tres metros de profundidad no se va a hacer ningún daño ambiental". "Estamos perdiendo una oportunidad de oro de ser pioneros en Europa", concluye Vicente Gutiérrez Peinador, que abunda en que también se esfuma el valor añadido que conllevaría contar con una planta de transformación de óxidos, que podría seguir funcionando incluso cuando se termine la explotación de la mina.

Teresa Llorens González, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), también señala a 20minutos que España no solo está dejando pasar una oportunidad para ser un país clave en tierras raras, sino también de poder explotar los recursos minerales de una manera sostenible. "La minería actual es muy diferente de la que se realizaba el siglo pasado, la legislación minera y ambiental en España a día de hoy es una de las más exigentes de toda Europa. Tenemos la oportunidad de poder explotar los recursos minerales de una manera sostenible, asegurando que se cumple toda la normativa relativa a seguridad y salud, medio ambiente, derechos laborales, etc., y no tener que depender de explotaciones en terceros países, especialmente de China y de África, para suplir la necesidad de Europa. No se puede pretender una transición ecológica dependiendo de terceros países exclusivamente", sostiene.

No se puede pretender una transición ecológica dependiendo de terceros países"

La científica, del Grupo de Geología Económica de los Recursos Minerales del IGME-CSIC, recuerda que si actualmente no hay explotaciones de tierras raras ya en marcha en España es, en primer lugar, "por la escasez de recursos" -ella precisa que las toneladas estimadas en el proyecto de Matamulas y renombrado Neodimio en Campo de Montiel son 30.207- y, en segundo lugar, por "cuestiones sociales y ambientales", pues Quantum Minería "presentó un plan de explotación que demostró su viabilidad técnica". En opinión de Llorens, la exploración o investigación minera tiene margen de mejora en España, ya que "si se destinaran más recursos, aumentaría el conocimiento sobre los recursos minerales en nuestro territorio".

Para María Jesús González, secretaria general de Gempe/c (Grupo Español de Materias Primas Estratégicas/Críticas), las 30.000 toneladas de tierras raras que ya están "certificadas" en Campo de Montiel, y sobre las que "sabemos que hay un proyecto de explotación" de monacita gris que es "viable económica, técnica y medioambientalmente", no cubriría la demanda europea de los próximos 15 años, "pero sí da para todas las necesidades de la industria española del automóvil eléctrico y los aerogeneradores, que son muy importantes para España y para Europa, y para, al menos, el 20% de las necesidades totales europeas".

La experta, que moderó recientemente un foro sobre materias primas fundamentales en el Congreso de los Diputados, explica a 20minutos que los depósitos estudiados en Ciudad Real "desde el punto de vista de la autonomía estratégica española y europea, son fundamentales, pues ese 100% español nos soluciona el problema y hace que nuestra industria del automóvil y de los aerogeneradores tengan un futuro seguro e, incluso, mejorable. Además, en Europa se rompería el monopolio chino, porque ahora China nos tiene absolutamente subyugados". En su opinión, es un "sinsentido" que los plazos de tramitación de los permisos para investigar las tierras raras se demoren durante años: "Es sorprendente que no se agilicen los permisos de investigación que darán lugar, o no, a los permisos de explotación".

González agrega que Campo de Montiel "podría ser el suministrador de toda la industria española y de parte de la industria europea de imanes permanentes y salvaría en ese sentido la transición energética. Para eso, Europa va a poner dinero. Europa sabe que para poder tener precios que hagan que los coches europeos compitan con los coches chinos, los imanes permanentes no pueden costar como si fuesen diamantes. Tienen que tener fondos europeos y ayudas para que se puedan producir con mineral europeo, si somos capaces de explotar lo que tenemos en Campo de Montiel", expone la experta, al tiempo que insta al Gobierno de Castilla-La Mancha a sacar a concurso la explotación del yacimiento.

Pero extraer los codiciados minerales no es tan fácil. Baena recuerda que la explotación de tierras raras conlleva riesgos tanto para el ser humano, por los elementos radioactivos que contienen, como para el medio ambiente, por la gran cantidad de agua que se necesita para purificarlos y aprovecharlos para producir elementos tecnológicos.

Guerra internacional

Volviendo a la escena internacional, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha abierto la puerta a que EEUU, que ya tiene una base militar en Groenlandia, amplíe su presencia en esa isla autónoma dependiente del Reino de Dinamarca porque "el Alto Norte, la región ártica, es cada vez más importante cuando hablamos de defensa, seguridad y disuasión". No obstante, ha dejado claro que ese territorio "no está en venta".

A la oposición del gobierno danés se suma la respuesta ecologista y la oposición de la población residente en la zona donde se concentrarían estos minerales. "Este pueblo, mayoritariamente indígena, se vería desplazado de su zona habitual de residencia y está haciendo mucha presión para que esto no se lleve a cabo", expone Baena. Se trata de Narsaq, próxima al proyecto minero de Kvanefjeld, en el sur de la isla. Allí, "las cumbres rocosas que se elevan sobre la aldea contienen las que quizá sean las concentraciones más ricas de minerales raros en el mundo", sostiene el experto.

Por otro lado, Ucrania se ha mostrado dispuesta a intercambiar sus metales raros a cambio del apoyo de Trump contra Rusia. "Les estamos diciendo a los ucranianos que tienen tierras raras muy valiosas. Queremos que lo que ofrecemos se garantice de alguna manera. Queremos una garantía", declaró Trump esta semana. Según el economista del Centro para Estrategia Económica de Ucrania Volodímir Landa, el interés por los minerales ucranianos puede ayudar al país a lograr una paz justa y duradera.

Hasta el momento, es China quien posee el 95-97% de las tierras raras explotadas y mantiene la hegemonía a nivel mundial. De hecho, recientemente se ha dado a conocer que el país ha descubierto un enorme depósito de tierras raras de absorción iónica en la provincia meridional de Yunnan. El Servicio Geológico de China, según el diario local The Paper, estimó que el depósito contiene 1,15 millones de toneladas de recursos potenciales, de las cuales más de 470.000 toneladas corresponden a elementos críticos como el praseodimio, neodimio, disprosio y terbio. El hallazgo que refuerza la posición estratégica del país en este sector clave.

En su guerra arancelaria con EEUU, China ha impuesto esta semana controles de exportación sobre tierras raras, concretamente sobre cinco metales críticos: tungsteno, telurio, bismuto, indio y molibdeno. Pekín pretende así retrasar los procesos de exportación de estos materiales a Estados Unidos, que no los produce. Este retraso afectaría a empresas de sectores como la electrónica, las energías renovables y la automoción, que afrontarían aumentos en los costos de producción en caso de que no logren las licencias que deberán solicitar.

Las tierras raras con un conjunto de 17 elementos químicos que son importantes porque están en muchos dispositivos que se utilizan con frecuencia, como las pantallas táctiles, los paneles solares, los vehículos eléctricos e incluso en los billetes de euro, a los que se añaden para evitar falsificaciones.

El wolframio se utiliza para fabricar componentes electrónicos y aplicaciones aeroespaciales debido a su alta densidad y punto de fusión, mientras que el telurio es empleado en la producción de paneles solares, aleaciones metálicas y dispositivos termoeléctricos, recogen organismos como la International Tungsten Industry Asociation o el US Geological Survey. Mientras, el bismuto se usa en aleaciones de bajo punto de fusión, productos farmacéuticos y cosméticos, y el indio es esencial para fabricar pantallas táctiles, paneles solares y semiconductores. El molibdeno es clave para mejorar la resistencia de las aleaciones de acero y en componentes electrónicos.

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