La cantante y compositora Sophie Auster (Nueva York, 1987) se emociona al hablar sobre su padre, el escritor Paul Auster, fallecido el pasado mes de abril, después de una larga convivencia con el cáncer.
Una semana antes de su muerte, su padre le pidió si podía acabar el disco en el que estaba trabajando. "Lo tenía prácticamente terminado, ocho canciones estaban grabadas y me faltaban dos. Escribí un tema para él en una semana. Fue difícil componer con todos los sentimientos que albergaba dentro… No quería un tema sentimentaloide, quería un buen tema, una canción que trascendiera".
El resultado, Blue Team, es directo y crudo. A su padre le encantó. "Le gustó todo el álbum, lo que me llena de alegría". En cierto momento, Sophie Auster incluso se planteó realizar un álbum versionando las canciones favoritas de su padre. Pero la maternidad –la artista es madre de un bebé de nueve meses– le hizo descartar el proyecto.
La neoyorquina arrancó su gira The keys tour el pasado 17 de octubre en España, país al que su familia ha estado siempre muy unida (sus padres han recibido el Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2006 y en 2019): tocará en Lugo el 31 de octubre, el 1 de noviembre, en Madrid, el 3 de noviembre, en Castellón y el 6 de noviembre, en Barcelona.
Cuando la entrevistamos en el hotel The Westin Palace, de Madrid, ya ha regresado de Oviedo donde ha presentado Milk for ulcers, su último álbum (cuyo lanzamiento está previsto para la próxima primavera) y donde su madre, la escritora Siri Hustvedt, también Premio Princesa de Asturias de las Letras como Paul Auster, charló con la periodista Inés Martín Rodrigo en directo. "Ha sido una experiencia increíble: el público fue muy cálido. Me gusta participar en eventos artísticos con mi madre. Además, mi bebé está aquí conmigo, y Spencer (Ostrander, su marido), también".
A veces desearía haber aprendido a tocar el piano y no la guitarra"
En el último álbum, también hay espacio para canciones más bailongas como Heartbreak telephone y esperanzadoras como Look what you are doing to me, single de adelanto [cuyo lanzamiento está programado para el 25 de octubre] inspirado en su relación con su marido, el fotógrafo Spencer Ostrander. La cantautora también participó el pasado lunes en un homenaje a su padre organizado por el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Para The keys tour, Sophie Auster ha apostado por un set acústico de piano, guitarra y voz. Auster compone con la guitarra. "Tengo una cuenta pendiente con el piano, con el que me siento muy emparentada. A veces desearía haber aprendido a tocar ese instrumento y no la guitarra".
Su anterior álbum, Next time (2019), sonaba más a los sesenta y setenta; Milk for ulcers convoca los noventa. "Al ser un proyecto más personal y biográfico, me funcionaba mejor sin tanta producción ni arreglos. Buscaba algo más desnudo, por eso, suena más noventa".
El tiempo ayuda, pero no llega a erradicar la tristeza"
El nombre del título, leche para úlceras, en inglés, surgió en una cena familiar. "Estábamos hablando de esos remedios caseros que más que ayudar, dañan, como aplicar mantequilla en las quemaduras. Entonces alguien habló de la leche para las úlceras y me pareció un buen título. A mi padre no le convencía, a mi madre, le pareció sugerente y a mi marido le gustó".
El embarazo, el diagnóstico de cáncer de su padre, la muerte por sobredosis de su hermano Daniel en abril del año pasado (menos de dos semanas después de ser acusado de la muerte de su hija pequeña, un bebé de diez meses, por intoxicación con fentanilo), la llevaron a retomar el título. "El álbum plantea la pregunta de cómo sanar, pero sin ofrecer respuesta. El tiempo ayuda, pero no llega a erradicar la tristeza".
El arte, tan presente en su familia, sigue funcionando como un refugio. "Mi madre está escribiendo una autobiografía. En mi caso, con la canción sobre mi padre, sentí la urgencia de sentarme a componer. Menos mal que mi cuñada estaba en Nueva York y pudo ayudarme con la niña. Necesitaba encerrarme en una habitación y cristalizar mis emociones. Fue un proceso difícil, pero materializar lo que sentía ha sido un acto de amor".
He tenido una infancia maravillosa. Mi madre guardó mis libros infantiles y ahora están en la habitación de mi bebé"
Los recuerdos también la asisten. "He tenido una infancia maravillosa, mis padres siempre me han apoyado. Mi madre guardó mis libros infantiles y ahora están en la habitación del bebé. Me emociona mucho saber que voy a leerle los mismos libros que me leyeron a mí".
Compaginar gira y maternidad no es sencillo, pero, aunque no duerma demasiado, Auster reconoce que la experiencia la enamora de la vida. "Es agotador viajar con un bebé, pero también maravilloso. No me podía plantear siquiera la posibilidad de no traerlo conmigo. Ver el mundo a través de sus ojos me está cambiando. En Oviedo, se divirtió mucho en la piscina del hotel y ahora está fascinado con las palomas", asegura.
Al principio, hablaba o me disculpaba en exceso, he ido aprendiendo lo que funciona y lo que no sobre un escenario"
El arte la ha asistido desde niña, cuando todos pensaron que sería pintora o ilustradora. "Pero me decidí por cantar". Comenzó a grabar y a tocar en clubes con 16 años. "Al principio, hablaba o me disculpaba en exceso, he ido aprendiendo lo que funciona y lo que no sobre un escenario". Tocar ante un público desconocido cuando se es joven da vértigo. "Recuerdo una actuación privada de Billie Eilish. Tenía 15 años y no hacía contacto visual, con todo el pelo en la cara. Al cabo de los años, volví a verla y había cambiado muchísimo".