En nuestro país, cuando hablamos de snacks, no solemos referirnos a la semilla de la calabaza, pero lo cierto es que se trata de un alimento muy recomendable según los expertos en nutrición, para favorecer nuestra salud física pero también la mental: su contenido en triptófano contribuye al sueño y a mejorar el estado de ánimo.
Los tentempiés más habituales y saludables hasta la fecha, siempre han sido otros frutos secos, que ingerimos durante todo el año y que nos aportan nutrientes, energía, y muchas otras propiedades saludables. Ahora, debemos considerar además de las nueces o las almendras… las pipas de la calabaza, para incorporarlas de una manera más habitual a nuestra dieta.
Este es el valor nutricional de las semillas de calabaza
Las semillas de la calabaza, fruto que solemos utilizar en purés y guisos, es algo que no solemos tener en cuenta en nuestra cocina más allá de comer las pipas como fruto seco. En cuanto a su aporte nutricional, estas semillas son ricas en proteínas, grasas saludables, y calcio, y algo menos en carbohidratos, hierro y fibra.
Las semillas o pipas de la calabaza pueden funcionar como excelente refuerzo si practicas deporte, puesto que aportan proteínas de calidad, además de ser una excelente opción vegetal para aquéllas personas que tienen alergia a otros frutos secos o a la soja. En ensaladas, las pipas de calabaza van a aportar un extra de energía muy saludable.
Las pipas de calabaza y la calidad del sueño
Comer pipas de calabaza, según los expertos, podría ayudarnos a dormir mejor gracias a que contienen un aminoácido llamado triptófano, responsable de la producción de melatonina.
Esta hormona, la melatonina, es fundamental para regular el ritmo circadiano de nuestro organismo, y recientes estudios apuntan a que la ingesta de un gramo de triptófano media hora antes de acostarnos podría reducir el tiempo que tardamos en conciliar el sueño.
Las semillas de calabaza y el estado de ánimo
Al ser tan ricas en triptófano, a las semillas de calabaza se las reconoce también la cualidad de interferir en nuestro humor puesto que también producen serotonina, que es la denominada 'hormona de la felicidad'. Niveles bajos de serotonina están relacionados con la depresión, por lo que consumir triptófano es importante para el bienestar mental.
Pero es que, además, este snack tan saludable favorece el correcto desarrollo cognitivo, manteniendo el cerebro alerta y frenando su deterioro. Las semillas de calabaza contienen también un derivado de omega 3 que, según dicen los expertos, ayuda a mejorar la función cognitiva y a reducir el riesgo de deterioro que se produce con la edad.
Beneficios de este snack para la salud cardiovascular y la glucosa
Sumando los beneficios de las pipas de calabaza, no podemos olvidar que el omega 3 que contienen favorece la salud del corazón, al tiempo que su aporte de magnesio y potasio es fundamental para el control de la presión arterial.
En cuanto a los niveles de azúcar, que pueden hacer que el estado de ánimo suba y baje en función de las cifras de glucosa, tienen a un gran aliado en las pipas de calabaza. Estas semillas tienen la capacidad de mantener los niveles de azúcar estables, lo que se traduce en que tanto el humor como la energía van a permanecer igualmente en equilibrio.
Las semillas de calabaza, buenas para las defensas
Las semillas de calabaza contienen fibra, lo cual es excelente para el intestino: ayuda a regular los movimientos intestinales y mantiene calmadas a las bacterias intestinales. Por lo tanto, se trata de un producto a considerar para llegar a las cantidades mínimas recomendadas de consumo de fibra diaria.
Además, los expertos consultados por la publicación digital Parade aseguran que las pipas de calabaza tienden a ser bien toleradas por las personas con síndrome del intestino irritable, hinchazón y dolor de estómago crónico.
En cuanto a las defensas, estas semillas incluyen entre sus ingredientes zinc, que tiene la capacidad de reforzar el sistema inmunológico. Por eso, para incorporarlas a nuestra dieta, podemos tomarlas como snack, pero también añadirlas en ensaladas, con los cereales, el yogur o al horno con unas verduras para cenar, por ejemplo. También en galletas y dulces quedan estupendamente.