En UFC 309 Michael Chandler protagonizó la pelea de la noche junto a Charles Oliveira. El estadounidense perdió por decisión unánime, colocándose con un incómodo récord de 4 derrotas y dos victorias dentro de la compañía. Ahora bien, esto no fue lo que más le dolió a Chandler, sino el cuerpo, que salió seriamente dañado de la velada.
En declaraciones a Bussin With the Boys el excampeón de Bellator señaló que el entrenamiento había ido muy bien, pero que la pelea le costó cara en términos de salud. "Tuve un campo de entrenamiento fenomenal, fuimos a la guerra e hicimos lo nuestro. Sin embargo, después de la pelea he tenido unos dolores que no había experimentado. Nunca me había lesionado tanto durante un combate. Después de la pelea orinaba sangre. Tengo el cuerpo inflamado por todas partes", reconoció el luchador.
Luchador veterano
Michael Chandler es ya un veterano. Se trata de un luchador de 38 años que ha pasado por mil batallas, algunas de ellas durísimas, como la que mantuvo en 2011 con Eddie Alvarez. Es posible que su cuerpo le esté empezando a pasar factura después de tantos campamentos, cortes de peso y peleas.
Pese a sus problemas físicos, Michael Chandler no planea retirarse. De hecho, estos días ha señalado que todavía piensa pelear con McGregor y que, si este tarda en volver, irá cogiendo otros oponentes. El estadounidense, por tanto, quiere mantenerse activo, algo en lo que también parece estar interesado UFC. Pese a sus derrotas la empresa sabe que Chandler es sinónimo de espectáculo y no está dispuesta a dejarlo escapar.